En medio de un escenario donde el litio aparece como un recurso estratégico y requerido por todo el mundo, el norte argentino parece un lugar privilegiado. Entre las provincias de Salta, Catamarca y Jujuy se asienta una de las mayores reservas del planeta, lo que ubica a nuestro país en el cuarto lugar entre los principales productores de litio a escala global, con una potencial y millonaria fuente de ingresos. Nuestro país también conforma, junto a Chile y Bolivia, el denominado Triángulo del Litio, porque los salares de estas tres naciones concentran el 85% de las reservas de litio de fácil extracción del planeta, precisó una investigación de la Universidad Nacional de La Plata. En la Puna Argentina, con más de 870.000 hectáreas disponibles para explotación -según datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS)-, las reservas nacionales de litio se concentran en tres provincias: Catamarca (Salar de Hombre Muerto, Salar de Antofalla), Salta (Salar del Rincón) y Jujuy (Salar de Olaroz, Salar de Cauchari). Se estima que allí se conserva entre el 10% y 12% del total de las reservas del mundo. Y es por todo esto que las provincias, que días atrás crearon el Comité regional del litio, ya aventuran un cambio radical de la matriz productiva.
“Aquí ya tenemos en operación plena un proyecto como el de Sales de Jujuy que promedió entre 13.000 y 14.000 toneladas de litio por año y que está terminando su ampliación para llevar su escala de producción a 40.000 toneladas. Además, junto con Exar, que es un proyecto que a fin de año puede iniciar su actividad, creemos que la provincia se posicionará entre los principales actores de producción de litio a nivel mundial”, dijo Exequiel Lello Ivacevich, ministro de Desarrollo Económico y Producción de Jujuy. En relación al movimiento económico que esto genera en su provincia, el funcionario jujeño detalló a LA GACETA que actualmente hay unas 4.900 personas empleadas por la industria minera y remarcó que ese número puede crecer con el desarrollo de otros emprendimientos. En Catamarca, el panorama también resulta optimista. Aunque la provincia viene trabajando hace casi tres décadas con el litio, el principal cambio se registró en los últimos años con el incremento de la demanda. Actualmente, posee 17 proyectos, uno ya está produciendo y otros tres están en construcción. El ministro de Minería, Marcelo Murúa, relató que a partir del anuncio de cierre de Bajo de la Alumbrera, una importante cantidad de trabajadores se quedaron sin trabajo, pero lo sucedido con el litio posibilitó recuperar esos puestos. “Contando los empleos de todos los emprendimientos, estamos hablando de unas 10.000 personas empleadas entre puestos directos y el primer anillo de indirectos, lo que representa buenos sueldos y un alto nivel de formalidad”, remarcó el ministro de una provincia que produce cloruro y carbonato de litio.
Expectativa en Tucumán
Si bien Tucumán no cuenta con litio, en el gobierno provincial son optimistas porque entienden que el impulso de jurisdicciones vecinas terminará repercutiendo en estas tierras. En el ministerio de Desarrollo Productivo, que encabeza Álvaro Simón Padrós, consideran que la industria metal mecánica será una importante proveedora de los emprendimientos mineros y también coinciden que el aporte de recursos humanos puede ser importante.