El presidente, Alberto Fernández, apareció en la TV defendiendo a la vicepresidenta y refutando los argumentos de los fiscales en el juicio Vialidad, y quedó, tal vez sin quererlo, en el centro de la escena política por sus dichos. De las expresiones sobre distintos temas en una hora de entrevista en TN, repercutió principalmente una frase que, mal dicha o no, se interpretó -según de dónde vino- entre amenazante, intimidatoria y hasta sediciosa.
El Presidente dijo : “Hasta acá, (el fiscal, Alberto) Nisman se suicidó; espero que no haga algo así el fiscal (Diego) Luciani”. Antes, había refutado los argumentos de la acusación a Cristina Fernández, como “jefa de una asociación ilícita”, y le cuestionó a Luciani su calidad doctrinaria y la “debilidad de lo que dijo y las pruebas” con que argumentó la acusación.
Además de Luciani, salió a responderle al Presidente el Procurador General de la Nación, Eduardo Casal, a través de una carta que le entregó al ministro de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria. Casal había considerado una “perturbación” las expresiones que el jefe de Estado formuló sobre la actuación del fiscal Luciani en el juicio que se sigue por el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz (2003 -2015), y que tiene como imputada a la vicepresidenta. A través de otra carta, Fernández se dirigió a Casal y afirmó que “el Poder Judicial y sus magistrados y funcionarios no están ni podrían estar exentos de críticas y opiniones en una sociedad democrática”.
La entrevista
Fernández señaló que en aquella entrevista hizo referencia “a la existencia de una ‘persecución judicial y mediática’ contra la vicepresidenta”. Dijo que esas expresiones no pueden interpretarse como condicionantes sobre el accionar de un funcionario, ya que fueron vertidas cuando el fiscal había finalizado su alegato en el proceso.
Y luego atacó: “Obsérvese que el señor Procurador expresa su preocupación por una supuesta injerencia por parte del Presidente en un proceso penal, pero no lo ha preocupado, ni ha visto injerencia alguna cuando el ex presidente Mauricio Macri, estando en ejercicio del cargo, recibió al imputado Luis Chocobar en la Casa Rosada”.
Luego, el Presidente agregó: “Y, mientras transcurría el juicio en el que este terminó condenado (Chocobar), publicó en su cuenta oficial de Twitter que ‘lo acompañamos y que confiamos en que la Justicia en otra instancia lo liberará de todo cargo, reconociendo su valentía’”.
El jefe de Estado recordó que “tampoco llamó la atención del señor Procurador que el ex presidente Macri, también en ejercicio de sus funciones, directamente instruyera a su Ministro de Justicia para que iniciara juicio político al juez Alejo Ramos Padilla”.
“Y manifestara (textual) ‘creemos que no es un juez que actúe con ecuanimidad, que se prestó a un show mediático político’, al tiempo que le advertía al Consejo de la Magistratura que ‘Ramos Padilla ya ha hecho varias y realmente espero que el Consejo, con todas las pruebas que hay, evalúe seriamente destituirlo’”, apuntó.
“Puede observarse que, en este caso, no se trataba sólo de la opinión del ex presidente, sino de un pedido expreso de destitución de un juez que recién comenzaba una importante investigación sobre graves acciones de espionaje ilegal”, completó el Presidente.