FLORIDA, Estados Unidos.- El sueño de la humanidad de volver a pisar suelo lunar -y quizás conquistarlo- se vuelve a poner en marcha, después de medio siglo. La agencia espacial estadounidense (NASA) dará, en pocos días, un paso fundamental para concretarlo.
La partida de la Artemis 1 -una misión sin tripulación, será la primera del programa Artemisa, un proyecto que pretende llevar otra vez humanos a la Luna- será el 29 de agosto, a las 14.33. En diciembre de 1972, el Apolo 17 despegaba rumbo a la Luna. Esa sería la última misión tripulada lunar estadounidense del programa Apolo.
El Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) y la cápsula de tripulación Orion. El primer SLS despegará desde la rampa 39B del Centro Espacial Kennedy (KSC) con la primera nave Orión completa rumbo a la Luna.
La NASA ya confirmó que la misión Artemis I ha superado su Flight Readiness Review, la revisión de preparación para el vuelo que deben pasar todas las misiones. En esta misión, la NASA pondrá a prueba su cohete pesado y su nave de espacio profundo, una hazaña que muchos críticos pensaban que nunca llegaría.
La nave con nombre de diosa griega despegará desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral, enviando la cápsula sin tripulación alrededor de la Luna y de vuelta a la Tierra en un vuelo de prueba de seis semanas.
“Estamos listos para el lanzamiento”, dijo el administrador asociado de la NASA, Bob Cabana, antiguo piloto y comandante de transbordador espacial, en una sesión informativa tras la revisión de la preparación de la misión.
El viaje tiene busca someter al vehículo SLS, considerado el cohete más complejo y potente del mundo, a una rigurosa prueba de sus sistemas durante un vuelo real. A largo plazo, busca devolver a los astronautas a la Luna en 2025 o después, y luego establecer una colonia lunar como paso previo a futuros viajes a Marte.
El SLS representa el mayor sistema de lanzamiento vertical que ha construido la NASA desde los cohetes Saturno V que volaron durante el programa lunar Apolo en las décadas de 1960 y 1970.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, califica el programa como un “motor económico”, que solo en 2019, generó 14.000 millones de dólares en comercio y apoyó 70.000 empleos estadounidenses. (Reuters)