El empate que Belgrano sacó en su visita a Quilmes estiró a nueve puntos la ventaja sobre San Martín. Tres partidos de diferencia sobre siete que restan disputarse en la fase regular de la Primera Nacional; una brecha demasiado grande que conspira contra las aspiraciones de dar el golpe que tienen en La Ciudadela.
El fútbol no tiene lógica y cualquier cosa puede pasar, pero da la sensación de que en Bolívar y Pellegrini podría llegar a servir apelar a un ejercicio mental; a una especie de guía de autoayuda para intentar que el equipo recobre su mejor nivel y pueda llegar a la meta.
En el Centenario quilmeño, el “Pirata” jugó relajado. Dejó correr los minutos consciente de que son los otros los que deben desesperarse porque ellos ya tienen una buena ventaja. Así, siguiendo esa línea San Martín debe comenzar a hacer valer lo que consiguió hasta acá en la temporada.
Está segundo (por diferencia de gol supera a Instituto, que tiene la misma cantidad de puntos) y ese puesto es un privilegio que muy pocos dimensionaron hasta el momento.
De acuerdo al reglamento de la Primera Nacional, terminar como escolta del equipo que logre el primer boleto a la máxima categoría ofrece ciertos privilegios y una ventaja nada despreciable. El segundo ingresará en semifinales del Reducido por el segundo ascenso y de ahí en más contará con la famosa “ventaja deportiva”. “Las instancias semifinales y finales se disputarán a doble partido, actuando como local en el segundo duelo, el equipo mejor posicionado según la tabla final de posiciones. Si al término de los segundos 90’, la cantidad de puntos y la diferencia de goles resultaran igualadas, será ganador el equipo mejor posicionado”, explica el reglamento dado a conocer.
Por eso, en caso de salir segundo, el “Santo” estaría a cuatro empates de conseguir el objetivo planteado al inicio de la temporada.
El duelo de esta noche contra Güemes será el primero de un “minitorneo” en el que San Martín debe apuntar a tratar de ser el mejor de entre la “Gloria”, All Boys y Gimnasia de Mendoza, los otros equipos que parecen encaminarse a luchar por el segundo puesto de la competencia.
Como primera medida, debe recuperar su buen juego y volver a ganar en casa. “La gente se lo merece”, dijo Hernán Pellerano, quien tras el empate en Floresta dejó en claro que no se piensa bajar de la pelea por el primer boleto. “Si ganamos los siete partidos que nos quedan se nos puede dar el ascenso directo”, aseguró.
Sin embargo, lo aconsejable en este tipo de casos es partido a partido. Con objetivos cortos y claros.
San Martín debe centrarse en sacar la mayor cantidad de puntos para poder superar en la pulseada por el segundo puesto a los equipos que vienen corriéndolo por detrás. Después, si logra ese cometido y puede recuperar la mejor versión que ofreció durante el campeonato, tal vez pueda llegar a discutirle el primer lugar a Belgrano (en dos fines de semana vendrá a jugar a Tucumán). Pero ese no debe ser el foco por ahora.
“El objetivo inmediato es ganarle a Güemes y así, ir partido a partido. Después, cuando finalice el campeonato veremos en qué posición quedamos. Lo más importante es el día a día; el partido que tenemos por delante”, afirmó Rodrigo Herrera.
A partir de hoy, la comunión entre todas las partes (jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas) es vital. En La Ciudadela tienen que jugar todo el mundo estas siete fechas porque pueden ser claves para lograr el objetivo (sea por cualquiera de las dos vías). “La cancha es siempre una fiesta. Tenemos que usar eso a nuestro favor”, sentenció el volante central.
“Comienza un minitorneo y debemos sacar la mayor cantidad de puntos posibles”, resaltó Federico Jourdan. Y está en lo cierto; porque el “Santo” está segundo y de acuerdo al reglamento de este torneo, esa posición también es de privilegio; y un aliada de cara a las finales.