El Gobierno nacional actualizó la base imponible del impuesto automotor a partir de septiembre para ajustarla al aumento de precio de los vehículos que se produjo en los últimos meses.
Desde septiembre, el tributo a los “autos de lujo” afectará a los modelos cuyo precio de venta al público sea superior a cerca de los 5,05 millones de pesos (20 por ciento). En la segunda escala (35 por ciento) entrarán todos aquellos que cuesten más de 10 millones de pesos.
El nuevo mínimo imponible entrará en vigencia desde el 1 de agosto de 2022 y durará hasta el 30 de noviembre de 2022. En dicho mes, y en concordancia con lo que arroje el Sistema de Índice de Precios Mayoristas (SIPM) en los próximos meses, se analizará un nuevo ajuste para emparejarlo al aumento de las listas de precios automotrices.
Qué autos pagan el impuesto al automotor
En la actualidad existen más de 170 modelos (sin contar versiones) alcanzados por los gravámenes del 20 y 35 por ciento. Este tributo entró en vigencia en enero de 2014 con el objetivo de recaer en los autos “de lujo”, aunque en la práctica no solo afecta a los vehículos del segmento Premium.
Esto se comprueba a partir de marcas populares como Chevrolet, Fiat, Toyota, Volkswagen, por mencionar algunas de las que líderes en el ranking de patentamiento, tienen varios modelos de segmento medio o medio/bajo impactados por el impuesto.
Incluso, el impuesto no hace distinción entre los modelos importados y los de producción. Por esta razón, vehículos como el Volkswagen Taos y la Toyota SW4, ambos fabricados en el país, tienen el 100 por ciento de su gama castigada por el 20 por ciento. La salvedad rige para las pick ups que son consideradas “vehículos de trabajo”.