23 Agosto 2022
A partir de la finalización del alegato de la Fiscalía, vendrá el turno de las defensas; cada una de las 13 tendrá tres audiencias para exponer su posición. La primera será la de Lázaro Báez y la de Cristina de Kirchner, la sexta. Se especula con la posibilidad de que el Tribunal querría dar a conocer su veredicto antes de fin de año.
Hay dos tipos de alegatos: el inicial y el de clausura. El proceso está aún en la fase del inicial, es decir que el fiscal o los fiscales hacen una acusación y los acusados hacen su planteo. Al final de la presentación de las pruebas, viene el alegato de clausura, donde el fiscal debe acreditar los presupuestos de hecho de su acusación y la defensa que exponer sus argumentos. En las fases previas, lo que se hace es la fase de investigación, antes del juicio oral, que se está llevando a cabo, es decir que se produce la recolección de evidencias. Esas evidencias en el juicio oral tienen que acreditarse.
Cada parte, es decir el fiscal y la defensa del acusado ponen sus pruebas sobre la mesa. Al final de las pruebas, viene el alegato de clausura, en los que el fiscal expone por qué acreditó los presupuestos de hecho de su acusación y de la defensa responde por qué estima que las pruebas no tienen mérito o aun cuando existiera prueba de algún hecho, no involucraría a la parte acusada.
Cuando termina un proceso, hay dos finales posibles, la absolución o la condena. En ambos casos, si hubiera absolución, el fiscal puede recurrir ante la cámara de Casación Penal, un tribunal intermedio entre los jueces de mérito o sea los que juzgan el caso, y la Corte Suprema de Justicia de la Nación (foto). Lo mismo puede hacer el acusado en caso de ser condenado y se revisará si hubo errores en el mérito de la prueba. Y eventualmente, si hubiera una vulneración grave a un derecho o garantía constitucional por parte del Estado, el condenado se puede acudir a Corte Interamericana de Derechos Humanos.
De manera que aún se debe transitar un largo camino hasta el final del proceso. De ser así, y hasta que se llegara a una supuesta condena definitiva, Cristina Fernández estaría habilitada a presentarse como candidata el año que viene.
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