El asalto a una biker ayer a las 10 en el sendero del arroyo Caínzo (o río Anta Yacu) en Yerba Buena alertó a los deportistas por varias razones. Primero por la violencia del hecho: la víctima fue amenazada por dos hombres con un cuchillo, quienes le quitaron su bicicleta Scott, su celular, sus zapatillas, el casco y hasta su camiseta de competición. Segundo, porque se trata de un circuito que está protegido por la Policía de acuerdo a un convenio con la Municipalidad de Yerba Buena que se conoce como “Senda Segura”. Tercero, porque sabían que tenían una herramienta para colaborar con la búsqueda: el grupo cerrado en el cual los ciclistas se comunican directamente con los responsables de estos operativos. Esa colaboración ayudó a que el rodado fuera recuperado en menos de una hora por dos efectivos.
Los bikers rápidamente viralizaron el caso en varios grupos de Whatsapp, incluyendo el de “Bikers Alerta”, el cual es el nexo entre la Policía y los deportistas que transitan ese sendero. Así comenzaron a surgir pistas y, a los efectivos que habitualmente recorren ese circuito se les sumaron refuerzos de la Patrulla Motorizada y bicipolicías.
En ese contexto, el cabo Hernán Galíndez y el sargento José Salazar, que integraban el programa “Senda Segura” revisaron un sector de una finca colindante al arroyo y encontraron a dos hombres que vestían de negro y cargaban una bicicleta y dos bandoleras. Al ver que los policías se aproximaban, los sospechosos arrojaron las cosas al suelo y huyeron entre las plantaciones de limones.
La víctima radicó la denuncia y pudo recuperar sus pertenencias.
“La realidad es que es un tramo largo, que va paralelo a la avenida Perón y que, más allá de que hay un programa de seguridad en el lugar, con efectivos que recorren esa senda, no es posible estar en todos lados. La rápida comunicación con los bikers permitió que con la Patrulla Motorizada y los bicipolicías se marcara un perímetro y se hiciera un operativo que localizó a los autores antes de que salieran de las fincas”, indicó el comisario Carlos Daniel Ruiz, que junto a su par Walter Antoni dirigieron las acciones. “Otra cuestión es que también del sendero principal surgen otros al norte, que ya no están incluidos en este programa; por eso, es importante recomendar el uso del principal y también recordar que la Policía cubre este circuito de 10 a 18 horas”, añadió.
En pandemia
El proyecto “Senda Segura” comenzó a plantearse a inicios de 2021, en la época en la que comenzaban a flexibilizarse las restricciones de la pandemia. Por ese entonces, varios bikers de Yerba Buena se reunieron con la Policía y con el secretario de Seguridad de esa ciudad, Mauricio Argiró, para plantear que estaban siendo víctimas de constantes asaltos. A raíz de esos hechos las Fiscalías de Robos y Hurtos I y II investigaron y detuvieron a una banda de menores que se especializaba en el robo de bicicletas.
De esa reunión surgió el programa para proteger este sendero, que fue considerado como uno de los más usados y accesibles para los deportistas.
“Siempre hay alguien”
“Este caso se viralizó rápidamente en el grupo que tenemos con la Policía y en varios otros. Creo que eso muestra que el sistema se sigue aplicando y que da algunas soluciones”, indicó Elías Pérez, uno de los bikers que circula a menudo por la senda del arroyo Caínzo. “Creo que nadie puede negar que siempre está el policía “del puente”, como le decimos, y de otros puestos a lo largo de ese camino. También te cruzás con bicipolicías, y eso es algo que varios valoramos porque antes no se hacía”, agregó.
Mariano Frías, por su parte, señaló: “el tema es que el circuito es muy grande, abarca más o menos desde el complejo de San Martín hasta Horco Molle. No es posible cubrirlo completo, pero ya el hecho de que haya alguien (de la fuerza) es positivo y creo que se valora: la semana pasada había ciclistas festejándole el cumpleaños al policía ‘del puente’, porque ya lo conocen, y porque cuando pasa algo como esto trabajan juntos en buscar una solución”.
“Bajaron considerablemente los casos al principio de este operativo. Lamentablemente creo que hace poco empezaron a volver a verse algunos hechos. Se hablaba de tres casos en las últimas semanas y tememos que vuelva una tendencia”, dijo Pérez. “Es un miedo latente, pero creo que por lo rápido que se recuperó esta bici va a ser un disuasivo. Ya saben que la zona está perimetrada. A veces dejan las bicis tiradas un par de días entre las plantas para que no los descubran, y así se terminan recuperando también varios rodados”, concluyó Frías.