Florecieron los azahares y las abejas están fabricando la miel insignia de Tucumán

Florecieron los azahares y las abejas están fabricando la miel insignia de Tucumán

Florecieron los azahares y las abejas están fabricando la miel insignia de Tucumán

Un grupo de productores apícolas trabaja desde hace 20 años para fortalecer su actividad, que es muy apreciada en los países desarrollados. La cooperación dio frutos y los socios de Norte Grande lograron acceder a las ventajas de exportación que otorga el certificado de Comercio Justo (Fairtrade). Una miel local tan única como la empanada ofrece un torrente de oportunidades para el sector.

Irene Benito
Por Irene Benito 21 Agosto 2022

Empezó la temporada de los azahares. Se siente en el aire, cuando los árboles desprenden ese aroma que perfuma la provincia. Para el contador Javier González, gerente comercial de la Cooperativa Agropecuaria y Apícola Norte Grande Limitada, el olor funciona como un reloj natural: quiere decir que las colmenas ya están trabajando con su máxima capacidad en los campos del pedemonte para producir la miel de flor de azahar de limón, que es la variedad insignia de Tucumán. Sería este el punto de partida de una cadena laboriosa fascinante, que no conoce de paros ni de piquetes, y que termina, por ejemplo, con un pote dispuesto en la góndola de un supermercado alemán. Tan lejos llega el influjo cautivante de los azahares.

“Hoy venía riéndome cuando caminaba (hacia LA GACETA) porque de repente sentí el olor. En mi mente estoy pendiente de lo que pasa cada año entre el 14 y el 15 de agosto, cuando los azahares comienzan a florecer”, dice González. Esas fechas marcan el ritmo a las abejas, que para entonces ya están completamente despiertas y listas para encontrarse con las flores.

Tal preparación forma parte del manejo propio de la apicultura en Tucumán. “En ninguna otra parte del país las colmenas son colocadas en julio cerca de las fincas de limón (a entre un kilómetro y 500 metros de distancia). Con la ayuda de un jarabe artificial, los apicultores espabilan a las abejas, que están descansando desde marzo o abril. De esa manera, adelantan el ciclo reproductivo de la reina y comienza a renovarse la población. Entonces, gracias a esta salida forzada del letargo, la floración del azahar, que es muy corta, encuentra a las colmenas en una situación óptima”, explica.

Como si fueran émulos de las abejas, los pequeños productores apícolas locales formaron la Cooperativa en 2002 para unir fuerzas en pos de la eficiencia, y generar políticas y mejoras capaces de beneficiar al conjunto, por ejemplo, al negociar el precio de una venta, comprar insumos y conseguir soporte técnico para analizar las muestras. Si no se hubieran juntado, no habría ventajas competitivas para nadie.

AMBICIOSOS PROYECTOS. Javier González, gerente de la Cooperativa Norte Grande, habló sobre los planes que están en marcha. AMBICIOSOS PROYECTOS. Javier González, gerente de la Cooperativa Norte Grande, habló sobre los planes que están en marcha.

La Cooperativa presidida en el presente por Sergio Orlando Medina empezó a funcionar hace 20 años con una docena de socios: hoy tiene aproximadamente 125 desperdigados por la región (Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Entre Ríos, Chaco y Santa Fe), pero su núcleo duro sigue estando en Tucumán (la sede funciona en Lules).

La necesidad de generar un volumen está dada por la propia dinámica de la apicultura, donde un solo productor difícilmente pueda llenar un contenedor -unidad de exportación- concebido para transportar entre 20 y 22 toneladas, donde caben alrededor de 70 tambores de miel de 300 kilos. El gerente González explica que, gracias a su estructura asociativa, pueden combinar variedades, y armar un contenedor con tambores de citrus, de algarrobo (Santiago) y de las praderas santafesinas.

“Nuestra producción anual hoy está entre las 900 y 1.000 toneladas. En promedio, cada apicultor de la provincia tiene 120 colmenas, pero ese número sube a 300 si se consideran los emprendimientos del resto de la región (la Cooperativa comprende 37.000). Típicamente, la apicultura es en Tucumán y en el norte del país un emprendimiento complementario de otra actividad, por ejemplo, una relación de dependencia o un trabajo de media jornada. En general, en las colonias de abejas trabaja el propietario, que eventualmente contrata ayudantes para el traslado y la cosecha. Las instalaciones de la Cooperativa brindan los servicios que requiere la finalización del procedimiento de producción”, agrega.

Sólo pasa aquí

Con la asistencia de diferentes agencias del sector público, los dueños de las colmenas empezaron a exportar en 2007 y hoy destinan el 95% de su producción a mercados extranjeros. Norte Grande exporta con las condiciones especiales de precio, con los principios y con el reconocimiento de calidad ligados al certificado internacional de Comercio Justo (Fairtrade): es un sello que abre las puertas de los consumidores más exigentes del mundo, que rechazan los bienes generados a partir de una explotación abusiva de las personas y de los recursos naturales. Esos destinatarios están dispuestos a pagar más para incentivar a los productores a aplicar los estándares de labor digna, de cuidado del medio y de progreso social.

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En la Argentina y Uruguay sólo seis organizaciones accedieron al sistema de ventajas que ofrece Comercio Justo, que demanda el cumplimiento de una serie de requisitos y el sometimiento a auditorías externas periódicas. Norte Grande es una de esas pocas entidades privilegiadas que acceden a beneficios que fortalecen a los productores, incluida la prefinanciación de exportaciones, un precio mínimo y una plusvalía.

Envalentonados por el logro de Comercio Justo y convencidos de las oportunidades que tiene la miel, los socios de Norte Grande se sumaron a la Asociación Civil de Apicultores y al Clúster Apícola de la provincia para ir por otra certificación, en este caso de Indicación Geográfica de Miel de Azahar de Limón de Tucumán. La iniciativa dispone del respaldo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), las direcciones de Ganadería y de Alimentos de la Provincia, y el punto focal NOA del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

El objetivo de este trámite arduo de registro es conseguir el reconocimiento oficial de la identidad única del producto basado en la recolección del polen y del néctar que contienen los azahares de los limoneros. Según González, las particularidades de ese cultivo en Tucumán, gran proveedora mundial de limón y de sus productos industrializados, se reflejan en la miel que elaboran las abejas.

La Indicación Geográfica no sólo sirve para identificar algo que no existe ni puede existir en otra parte por las características del clima, de la altitud y de la técnica, sino que también es una base para la construcción de una cultura con vastas implicancias económicas. “En el caso de la miel tenemos una gran ventaja, que es que el 90% del citrus argentino está en la provincia”, refiere González e informa que el proyecto de la Indicación Geográfica, que lleva casi tres años de gestación, ya está en su fase final.

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La miel de flor de azahar de limón tucumano equivale a la empanada en el sentido de que es inescindible de esta tierra: en ningún otro sitio podría darse del mismo modo, y, por eso, es legítima una apropiación parecida a la que los franceses hicieron respecto del champagne y del queso roquefort. En los cánones nacionales, la Cooperativa Norte Grande y sus aliados pretenden “patentar” un producto comparable al chivito criollo del norte neuquino; el salame de Tandil; el melón de media agua y el dulce de membrillo rubio de San Juan; el cordero patagónico; el salame de Colonia Caroya (Córdoba); la yerba mate argentina y los alcauciles platenses.

Comunicar y despertar

Los primeros registros de la miel de azahar de limón tucumano datan de hace 70 años. Sin embargo, para la comunidad de referencia se trata de un producto desconocido, cuando no exótico. “Nuestro desafío mayor es educar al consumidor y que aprecie lo que tenemos”, dice González. La de flor de azahar es descrita como una miel de color claro y sabor floral sutil con notas ácidas al final. “Es muy delicada”, resume el gerente. Y agrega que su cristalización cremosa la torna “naturalmente untable”. En las tiendas de Europa, el pote de medio kilo puede llegar a costar entre 6 y 10 euros ($ 1.800 y $ 3.000).

El mundo apícola sabe que dentro la tiene bastante más difícil que fuera, donde su miel es muy respetada. González subraya las virtudes de esta actividad: “impacta positivamente sobre nuestra biodiversidad, no sólo sobre los cultivos, sino en el ecosistema en general, aspecto ambiental que en la Argentina no es visibilizado o valorado como sucede en los Estados Unidos o en Europa”.

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Esta falta de interés y de conocimiento de las propiedades de la miel se traduce en un mercado interno que no termina de hacer pie -consume poquísimo en relación con la producción-, aunque en los últimos años haya dado señales de una mayor activación. El gerente de Norte Grande cuenta que, con la misma lógica aplicada a las abejas adormecidas, decidieron acentuar la comunicación de su misión para espabilar a la sociedad. La expectativa es acelerar los tiempos que separan de la próxima estación: la incorporación de valor agregado, por ejemplo, en la industria farmacéutica.

“Nos desvela la transformación de la materia prima. El propóleo que elaboran las abejas exhibe un altísimo poder desinfectante, antimicótico y cicatrizante, y podría convertirse en una crema sanitizante, en un gel bucal y en un polvo pédico. Son inversiones gigantescas, pero ya estamos viendo avances en países no tan lejanos como Brasil. Hacia allí debemos apuntar las balas”, afirma González.

Las aspiraciones de la Cooperativa están alineadas con su pasado. El gerente subraya que el Programa Nacional de Apicultura del INTA surgió en Tucumán, y que los investigadores del grupo de agroindustrias de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Famaillá son claves para el conocimiento y el aprovechamiento de la labor de las abejas. Este ambiente intelectual fue decisivo para el nacimiento de Norte Grande.

“En la misma época aparecieron varias cooperativas: por suerte, a diferencia de la mayoría, la nuestra subsistió, pese a que la toma de decisiones es más lenta que en la empresa privada. Nadie puede ignorar el esfuerzo que demanda ponerse de acuerdo entre quienes piensan distinto, pero el modelo sirve para la apicultura”, reflexiona. A continuación, agrega que la miel es buena por donde se la mire, mas no porque sea buena tiene el camino despejado en una realidad tan difícil para la producción y para soñar en grande.

Pero hay un capital acumulado durante dos décadas en términos de calidad, de herramientas, de capacidad de crecimiento y de articulaciones con el espacio público que permite albergar ilusiones, y a eso se aferran en la Cooperativa Norte Grande. La miel de flor de azahar de limón tucumano es un gran aglutinante: una bandera autóctona para desplegar y proteger con la disciplina silenciosa de las abejas que, alertadas por el mismo olor que año a año alegra el olfato castigado de los tucumanos, vuelan con la máxima diligencia a polinizar los campos.

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