19 Agosto 2022
En la penúltima audiencia de alegatos del Ministerio Público Fiscal (MPF) en la causa "Vialidad", la acusación contra la vicepresidenta, Cristina Fernández, a cargo de Diego Luciani, se enfocó en tratar de demostrar los lazos entre la ex jefa de Estado y su esposo, Néstor Kirchner, y el empresario Lázaro Báez. Según el magistrado, los principales actores de la supuesta asociación ilícita "se enriquecían ilegalmente a costa de los recursos del Estado".
"Este cuadro probatorio es escandaloso. No comprendo cómo pueden seguir manifestando, dogmáticamente y sin mayores argumentos, que no se han cometido actos de corrupción. Han llegado al extremo del cinismo de autopercibirse víctimas de una injusta persecución por parte del Poder Judicial", sostuvo Luciani este viernes por la mañana, al exponer ante el Tribunal Oral Federal.
Cristina Kirchner, Lázaro Báez y una decena de ex funcionarios del área de obras públicas durante la gestión "K" están acusados de haber direccionado proyectos millonarios en favor del empresario vinculado al kirchnerismo. Entre los imputados están el ex ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y el ex secretario de Obras Públicas, el tucumano José López.
Chats polémicos: "Para que la señora vea"
“Hemos dejado al descubierto la intervención de Cristina Fernández, Julio De Vido y Abel Fatala (ex subsecretario de Obras Públicas), entre otros, para beneficiar a Lázaro Báez y sus empresas”, expresó Luciani, mientras mostraba en la pantalla unas planillas que daban cuenta del intercambio de mensajes de WhatsApp entre José López y Julio Mendoza, por entonces presidente de Austral Construcciones, la empresa de Lázaro Báez.
Luciani conectó los chats entre López y Mendoza del día 30 de noviembre de 2015, en el que se mencionaba una reunión entre Báez y “la Sra”; y la información de los diarios de ese entonces, aseverando que Cristina Kirchner se encontraba en Santa Cruz. “Después de haber visto la elocuencia de estos mensajes, sobran las palabras”, aseveró el fiscal.
“Se va delineando el relato a partir de mensajes. López decía: ‘Yo no defino’. Claro, definía la ex Presidenta”, añadió Luciani.
FISCAL / DIEGO LUCIANI.
Sostuvo luego que “Austral Construcciones fue un ‘eslabón y engranaje’ para sustraer fondos del Estado". "Tal es así que, cuando concluyó el mandato de Cristina Kirchner, por orden de la ex Presidenta, (esta firma) desapareció”, expuso.
Luciani mostró más chats de López, en los que pedía información a la empresa de Lázaro Báez “para que la Señora vea y tome decisiones”. En relación a Cristina Kirchner, destacó como “gravísimo" un hecho: "la planificación del cierre de las empresas venía desde la Presidencia de la Nación”, argumentó.
Propiedades: Báez compró "el equivalente a 20 ciudades de Buenos Aires"
El representante del Ministerio Público Fiscal aseguró que gran parte de los recursos obtenidos de manera presuntamente irregular mediante las maniobras investigadas en la causa "Vialidad" fueron destinadas a la compra de propiedades, y puso especial foco en inmuebles situados en la Patagonia.
Según dijo Luciani, una prueba del manejo ilegal de fondos es la compra de 415.000 hectáreas en Santa Cruz. Para graficar este hecho, remarcó que Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) "tiene una superficie de 20.300 hectáreas". Así, según el fiscal, "en 12 años compraron el equivalente a 20 veces CABA", solamente en la provincia natal de Néstor Kirchner.
Estas operaciones describen "la magnitud del desvío de los recursos", añadió. Y destacó que "este dinero debió haber sido invertido en obras públicas", pero los proyectos "fueron abandonados por orden y decisión de Cristina Fernández de Kirchner al finalizar su mandato", en 2015.
El testamento de Lázaro Báez: "Fortuna mal habida"
Luciani insistió con la hipótesis de que Lázaro Báez "era Néstor y Cristina Kirchner". En ese marco, expuso como prueba la firma del testamento del empresario de la construcción, el 26 de julio de 2010, durante la primera presidencia de CFK.
El fiscal señaló que el escribano escogido para llevar adelante este acuerdo fue Ricardo Leandro Albornoz, a quien sindicó como el responsable de "unir los negocios de los Báez y de los Kirchner". Y señaló que el testigo del testamento del empresario fue Roberto Marcelo Saldivia, quien, recordó, fue director suplente de Hotesur, "el hotel de Cristina Kirchner".
Según Luciani, el objetivo de este documento era que, en caso de fallecimiento del presunto "testaferro" de los "K", se pudiera "garantizar la continuidad de la maniobra" de enriquecimiento. Para ello, señaló, se dispuso la prohibición para la división de bienes entre los herederos durante 30 años. Con ello, explicó, se buscaba evitar "la fragmentación de la fortuna mal habida por Báez" y que sus familiares se hicieran de esos recursos.
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