El Gobierno negó aumentos en los servicios

Que el valor y cobro de los servicios públicos de luz, agua y gas se modificará desde el próximo mes resulta un hecho. Ayer, el Gobierno nacional brindó detalles de cómo se confeccionará el nuevo esquema tarifario y fue Malena Galmarini, presidenta de la empresa de Agua y Saneamiento (AySA), la encargada de negar que esta decisión se trate de un incremento de impuestos. “No es un aumento de tarifas, es una redistribución de subsidios. Lo que estamos haciendo es redistribuir para que aquellos que tienen mayor capacidad contributiva hagan mayor esfuerzo que aquellos que no”, enfatizó la funcionaria en la conferencia de prensa.

En el marco del nuevo plan, que contempla la segmentación de acuerdo a los ingresos de los usuarios, con una diferenciación en relación a las distintas regiones del país y un tope de referencia para incentivar la eficiencia y el ahorro energético, la secretaría de Energía, Flavia Royón, enfatizó que la gestión gubernamental “ha garantizado el abastecimiento” y hoy está trabajando para “ser más eficientes y reducir y cuidar las divisas para reducir la importación, dentro de los límites de seguridad”.

En relación a esto, la secretaria destacó que la política de segmentación tarifaria se enmarca en dos pilares: en el “uso eficiente” de los recursos y que estos “lleguen a quienes realmente los necesitan y requieren”.

En la misma línea que Galmarini, Royón enfatizó que los nuevos lineamientos decretados para con el gas, la electricidad y el agua buscan “redistribuir para que aquellos que tienen la posibilidad contributiva hagan mayor esfuerzo que aquellos que no”. “El aumento promedio en materia de energía, sumando electricidad y gas, va a estar alrededor de 1.200 pesos”, según señaló la dirigente salteña y sostuvo que esas estimaciones se hacen para “un hogar promedio donde se estima que debería consumir 250 kilovatios hora por mes y el corte (del subsidio) se hizo es en 400”.

Para el caso del agua, en promedio el aumento entre noviembre y junio del año que viene será de 1.000 pesos, según estima la empresa. La quita de los subsidios será por zonas: Capital Federal, Norte, Oeste, Sudeste y Sudoeste, dentro de los usuarios residenciales estarán los de nivel alto, que implican 14% de los casos; medio, 27%; y medio bajo, 47%; mientras que los no residenciales son 9%.

Los correspondientes al nivel alto a partir de noviembre no contarán con subsidio. El nivel medio tendrá una quita de 40% en noviembre y en enero de 20% llegando a marzo 2023 sin ayuda estatal. En tanto, el nivel bajo tendrán una quita de subsidios de 45%, en enero a 30% y marzo a 15%, para mantenerlos en ese porcentaje.

Ajustes

Sobre las tarifas de gas, el subsecretario de Hidrocarburos, Federico Bernal sostuvo que un usuario de nivel tres (ingresos medios) que en junio abonó una factura de gas de $1.650, al final de la quita gradual del subsidio pagará $2.146, lo que implica un ajuste del 30,06%. En el caso de este servicio la facturación será variable, según categorías y subzonas en todo el país. Bernal, explicó también que este tope tendrá como referencia “el volumen equivalente al 70% del promedio entre los umbrales mínimo y máximo de cada categoría”, mientras el 30% excedente quedaría exento de subsidios, que se quitarán de manera escalonada hasta completar el 167% del precio mayorista del gas. A su turno, el subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti, precisó que aquellos usuarios que sigan recibiendo subsidios a la electricidad, solo deberán abonar con el precio de tarifa plena los consumos excedentes a los 400 kilovatios hora (kWh) mensuales.

La necesidad de ahorrar

Las estimaciones de la Secretaría de Hacienda, el nuevo esquema de subsidios a la energía y el agua anunciado por el Gobierno, permitiría un ahorro fiscal “significativo”, de alrededor del 0,4% o 0,5% del PIB. “Esta cifra es muy significativa y va a ser un aporte crucial para la política fiscal de ordenamiento de las cuentas públicas que impulsa el ministro (de Economía) Sergio Massa”, aseguró Raúl Rigo al participar en la actividad que encabezó el equipo energético del Ministerio de Economía. Aunque se estima un ahorro de unos $ 47.500 millones para lo que resta de 2022 y $ 455.000 millones para la base anualizada, el funcionario aclaró que las mencionadas cifras son “cálculos provisorios” realizados con base en el presupuesto vigente, y que podrán modificarse cuando el Gobierno finalice la elaboración del presupuesto del año que viene. Finalmente, Rigo adelantó que se están calculando los valores del PIB y de las variables en general para el año 2023”.