El nuevo esquema de redistribución de los subsidios para los servicios de electricidad, de gas natural por redes y de agua potable derivará en un ahorro fiscal de $ 47.500 millones para este año y de $ 455.000 millones para el año que viene. Así lo afirmó hoy la flamante secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón, sobre la base de estudios que toman el impacto de la reducción gradual del aporte del Estado a los consumidores.
De la conferencia de prensa en la cual dio estas precisiones, Royón estuvo acompañada por el secretario de Hacienda de la Nación, Raúl Rigo; por el subsecretario de Hidrocarburos, Federico Bernal; por el subsecretario de Energía Eléctrica, el tucumano Santiago Yanotti; por la subsecretaria de Planificación, Celicia Garibotti, y por la titular de Agua y Saneamientos Argentinos (Aysa), Malena Galmarini.
"La segmentación ha sido pensada desde un criterio de una distribución basada en la justicia social y la equidad. Hoy el 50% de la población de mayores ingresos recibe el 60% de los subsidios", explicó Royón.
"Lo que se trata de plantear en esta readecuación y actualización de tarifas es que llegue el subsidio realmente a quien más lo necesita. En esta política las familias están primero, es una política distributiva con sentido social", añadió.
Así, a grandes rasgos, el reordenamiento de subsidios recaerá sobre los sectores de mayores ingresos y se mantendrán los correspondientes a la tarifa social, con una disminución paulatina en los sectores medios.
El ahorro fiscal por la readecuación tarifaria implica, en los números preliminares, un recorte que oscila entre un 0,4% y un 0,5% del PBI para el año que viene. En tanto que para los meses que restan este año será un tercio del cálculo anual, según explicó Rigo.
La segmentación respeta el criterio mediante el cual se establecen tres niveles de usuarios según su capacidad económica, que pasará a complementarse con el criterio establecido según niveles de consumo.
En el caso de la energía eléctrica el tope de consumo será de 400 kwh mensuales, que será de 550 kwh en zonas sin servicio de gas de red, y en el caso del gas será variable, según categorías y subzonas en todo el país con reducción de subsidios de un 30,06%.
Bernal dijo que el tope se fijará tomando como referencia el volumen equivalente al 70% del promedio entre los umbrales mínimo y máximo de cada categoría, mientras un 30% excedente quedaría exento de subsidios, que se quitarán de manera escalonada hasta completar el 167% del precio mayorista del gas.
"No es un aumento de tarifas, sino una redistribución de subsidios", relató Royón. Y remarcó la importancia de instalar la educación del uso sustentable y racional de los recursos de los tres servicios involucrados.
Con ese criterio, los funcionarios de cada área dieron a conocer diferentes ejemplos de cómo quedarían los valores en las facturas, advirtiendo que al tratarse de una quita de subsidios sobre excedentes de consumo no puede establecerse un porcentaje general.
Bernal indicó que un usuario de nivel 3 (sectores medios) que en junio abonó una factura de gas de $ 1.650, al final de la quita gradual del subsidio pagará $ 2.146, lo que implica una actualización de un 30,06%.
En el caso de la electricidad, Yanotti ejemplificó que para un usuario de Edesur con un consumo medio de 300 kwh, el monto sin impuestos pasará de $ 1.467 a $ 2.285, con un ajuste del 55,76% al finalizar la tercera etapa del incremento.
Por su parte, Galmarini señaló que para el promedio de usuarios residenciales, la tarifa de octubre de $ 752 pasará a $ 1.765 en junio del año que viene, con un ajuste del 134,7%.
"La Argentina no tuvo restricciones de gas durante este invierno y las decisión estratégica de avanzar con el gasoducto Néstor Kirchner nos permitirá garantizar el abastecimiento y la soberanía energética", indicó Royón.
"Este plan ha tenido una visión federal, en función de la disponibilidad de datos que hemos cruzado oportunamente, tanto en el consumo de gas como de energía eléctrica", concluyó.