Las empresas y entidades que abogan por la semana laboral de cuatro días buscan trabajar menos horas para producir lo mismo, o en su defecto para aumentar la productividad de sus recursos humanos. En la actualidad, en Argentina hay dos proyectos presentados en el Congreso mientras que tres empresas multinacionales ya implementaron esta modalidad.
La propuesta se basa en reducir las horas semanales de 40 a 32, manteniendo el salario de los empleados. Los expertos en políticas y gestión de personas afirman que los beneficios de la reducción de horas de trabajo van más allá del entorno laboral y repercuten en todos los ámbitos, tanto sociales como económicos.
Sin embargo, este sistema tiene sus pros y sus contras, desde obtener más días de descanso hasta desarrollar estrés por tener que realizar las mismas tareas en menos tiempo.
Ventajas de la semana laboral reducida
- Fines de semana más largos: este es el principal beneficio de una semana laboral más corta. El fin de semana extendido permite no solo descansar más, sino que abre la posibilidad de realizar otras actividades pendientes.
- Conciliación laboral y familiar: poder dedicarle el tiempo que realmente se necesita a la familia, a hobbies con los que desconectar del trabajo e incluso a uno mismo es un derecho, pero un lujo que no todo el mundo puede permitirse.
- Calidad de vida: está directamente relacionado con la salud. Una jornada excesiva muchas veces deriva en enfermedades como el estrés o la depresión.
- Reducción de las posibilidades de padecer “burnout”: el estrés y las extensas jornadas de trabajo llevan a muchas personas a sufrir el síndrome de burnout.
- Huella ambiental: trabajar en casa o reducir la jornada a cuatro días, supone menos costes de desplazamiento y por tanto menos contaminación. Además, mejora de la sostenibilidad ya que se reduciría en las oficinas el consumo de energía.
- Aumento de la productividad: si los empleados mejoran su calidad de vida fuera del trabajo lograrán estar más descansados y motivados, lo que en última instancia repercute directamente en su felicidad.
Desventajas de la semana laboral reducida
- No es aplicable a todos los tipos de empresas: algunas industrias, por su propia lógica de producción, no pueden adaptarse a una semana laboral de cuatro días.
- Puede producir más estrés: comprimir la semana en cuatro días puede hacer que algunas personas se sientan estresadas por tener que hacer lo mismo en menos tiempo.
- Puede ser contraproducente: trabajar 10 horas por día ( en caso de comprimir las 40 horas semanales) sería como hacer horas extras todas las semanas y hay quienes pueden verse afectados en su salud.
- Puede incrementar costos: pueden surgir un problema grave si el aumento de productividad no compensa la menor cantidad de jornadas laborales. En ese caso, los proyectos se alargarían en el tiempo y se incrementarían los costos.
El objetivo es mantener y aumentar gradualmente la productividad y lograr que los trabajadores tengan más tiempo libre. De este modo, aumenta su compromiso, implicación y lealtad hacia la empresa y son más productivos.