Parecía ser un feriado tranquilo en la política provincial hasta que se generó un nuevo problema para el Gobierno, en especial para los miembros del Ministerio de Desarrollo Social, cuando el Tribunal de Cuentas informó la presencia de excremento de ratas y aves en un depósito de la cartera, entre otras irregularidades.
El informe del órgano encargado de la fiscalización de los recursos del Estado surgió luego de una auditoría que realizó la entidad y se publicó según el acuerdo número 3.718. “Se constata la existencia de excremento de roedores y aves junto al almacenamiento de mercadería comestible”, dice el documento que lleva la firma de Miguel Terraf, presidente, y Sergio Díaz Ricci, vocal.
Frente a tal denuncia, la ministra Lorena Málaga, que asumió en marzo tras la renuncia de Gabriel Yedlin, optó por no hablar con LA GACETA, pese a la insistencia de este diario.
Se refería a la defensa pública del trabajo que se realiza en el Ministerio de Desarrollo Social por parte de José Gandur, secretario de Gestión Administrativa de la cartera. “El 18 de abril 50 auditores del Tribunal de Cuentas visitaron el depósito y luego de una inspección, elevaron un informe a las autoridades y dieron un plazo al Ministerio para realizar correcciones. La respuesta del Ministerio se realizó el 7 de junio en tiempo y forma al organismo contralor”, manifestó el funcionario.
“El mencionado depósito (ubicado en Lavalle 2.374) cuenta con un servicio de desinfección y desratización y el último vigente siempre se encuentra pegado a la vista del público en la puerta de la oficina del depósito”, dijo.
Además, otra de las razones que argumentó para explicar la situación fue que “el depósito se encuentra en una zona con una alta presencia de roedores”. “Esto se debe a que en la manzana se encuentran muchos depósitos tanto ocupados como desocupados. El sistema de desinfección consiste en cebos que el eventual roedor consume y lo mata por deshidratación o por hemorragia (son sistemas no instantáneos pensados para que otros eventuales roedores no rechacen posteriormente el veneno)”, afirmó; y agregó: “este último dato es relevante ya que el eventual roedor vive cierto período y genera alta cantidad de heces”.
La existencia de excremento no fue la única irregularidad que detectó el Tribunal de Cuentas en su auditoría. También informó el “desprendimiento de cielorraso y signos de humedad”, el almacenamiento de bienes con “bajo nivel de rotación”, y, al desarmar los pallets, notaron “espacios vacíos ocupados con material plástico”.
Resolver la situación
Por las anomalías detectadas el Tribunal de Cuentas requirió que se resuelva la situación y, sobre el desprendimiento de cielorraso y signos de humedad y el excremento de animales, advirtió: “que se deben extremar los cuidados de salubridad en el depósito a la mayor brevedad posible a efectos de evitar la existencia de alimañas en el mismo ya que es utilizado para el almacenamiento de mercadería alimenticia y otras veces de uso medicinal y/o aseo personal”. Para esta regulación el órgano contralor estableció un plazo de 15 días.
Por último, exigió: “sistema de altas y bajas de mercadería en inventarios a través de un sistema informático que resulte más eficiente y que a su vez muestre una realidad más cercana a la verdadera existencia dentro de los depósitos, como por ejemplo el sistema de códigos de barras o cualquier otro, el cual no dependa de la convalidación u otorgamiento de un número de resolución de compra, que si bien es necesario, no debería ser un condicionante para dar de alta o de baja a la mercadería sino más bien este debería ser un dato adicional”. Eso, a su vez, debe efectivizarse en un período no mayor a 120 días.
Como respuesta a la exigencia del TC, Gandur explicó que: “se editó una nueva versión del manual del Sistema de Inventario. El mismo existía en versión de ‘escritorio’ y fue actualizado a una versión web, según la Resolución número 468/4 (SEGA)”.
También informó que “se capacitó en el depósito central a todo el personal administrativo, de ambos depósitos (además del que está en la calle Lavalle, también se cuestionó al de Guemes 640) en su utilización”.
Polenta podrida: antecedentes en el Ministerio
No es la primera vez que se detecta este tipo de irregularidades en el Ministerio de Desarrollo Social. En agosto de 2005 Gendarmería descubrió 12 toneladas de alimentos en mal estado depositados en una finca de Burruyacu perteneciente a Joaquín Ferre, secretario de Desarrollo Social en aquel momento. La mercadería hallada en mal estado había costado $ 5.922,80, y consistía en 18.180 paquetes de polenta y 300 paquetes de trigo, entre otros productos.
En un caso similar se detectó que paquetes de azúcar distribuidos por el Ministerio de Desarrollo Humanos de Buenos Aires -que eran enviados desde Tucumán- a beneficiarios del plan “Más Vida” tenían excremento de ratas.
Irregularidades: informe del Tribunal de Cuentas
El informe del Tribunal de Cuentas enumera cuatro tipos de anomalías detectadas en dos depósitos del Ministerio de Desarrollo Social. Según se detalla, los problemas fueron: “en planta alta del depósito de calle Lavalle se advierten desprendimientos de cielorraso y signos de humedad”; “se encuentran almacenados bienes con bajo nivel de rotación, siendo el origen de las compras de una antigüedad prolongada; la existencia de “espacios vacíos ocupados con material plástico lo cual es una práctica utilizada con frecuencia para inducir al error al realizar recuento de acuerdo a base por altura de almacenamiento”; “existencia de excremento de roedores y aves junto al almacenamiento de mercadería comestible”.
Críticas opositoras: dos legisladores opinaron sobre la situación
Las irregularidades detectadas en los depósitos del Ministerio de Desarrollo Social generaron reacciones en los legisladores de Juntos por el Cambio José María Canelada y Walter Berarducci, quienes hablaron de “desidia”. “Están jugando con el hambre de la gente; es inadmisible que guarden la mercadería que se utiliza para los sectores más vulnerables en medio de ratas. El descalabro en la gestión del Ministerio de Desarrollo Social sigue sorprendiendo por la desidia con la que se manejan”, dijo Canelada. Por su parte, Berarducci consideró que esto confirma “la total desidia y desinterés por el bienestar de los tucumanos por parte del oficialismo provincial”. Este hecho deja en claro que el oficialismo sólo se preocupó por perpetuarse en el poder”.