El vicepresidente segundo de Boca Juniors, Juan Román Riquelme, emitió un duro mensaje de recriminación al plantel durante una reunión en el hotel de concentración tras el empate frente a Racing en Avellaneda, donde se registró una pelea a golpes entre el peruano Carlos Zambrano y Darío Benedetto.
Al terminar el primer tiempo, en el que Boca resultó claramente superado por su rival, "Pipa" lanzó dentro del campo un enérgico mensaje hacia a algunos de sus compañeros, entre ellos, Zambrano. Cuando el equipo volvió a la cancha para disputar el segundo período, el peruano presentaba marcas en el rostro y una inflamación en el pómulo izquierdo, que no evidenciaba hasta el momento de abandonar el césped en el entretiempo.
Testigos del episodio aseguran que el cruce fue tan fuerte que debieron intervenir dos agentes de seguridad privada de Racing para separar a los jugadores.
Riquelme, quien siguió el partido desde su casa, se inquietó al ver por televisión el rostro de Zambrano y se comunicó con un miembro del Consejo de Fútbol presente en Avellaneda para confirmar las versiones periodísticas de la pelea.
"Le faltaron el respeto al hincha y a la historia de Boca", repitió anoche con insistencia el titular del Consejo de Fútbol del club ante un grupo de futbolistas que lo escuchó en silencio, bajo apercibimiento de recibir medidas disciplinarias en caso de repetir episodios similares.
Allegados al histórico 10 del "Xeneize" indicaron que la Comisión Directiva no descarta aplicar una sanción para ambos jugadores, pese a que Benedetto se habría disculpado con su compañero frente al plantel y al cuerpo técnico por lo sucedido en el Cilindro.