La cúpula del PRO buscó dar por terminada la fuerte disputa que se abrió esta semana con la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y ratificó la unidad de la alianza Juntos por el Cambio, que se reunirá el próximo martes.
La titular del PRO, Patricia Bullrich, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el expresidente Mauricio Macri mantuvieron un encuentro ayer en un restaurante de la Costanera Norte porteña. Allí también se dieron cita el jefe del bloque de diputados del PRO, Cristian Ritondo, y el exsecretario general de la Presidencia de Macri, Fernando De Andreis, entre otros.
Los “popes” del PRO se reunieron luego de que Carrió apuntara esta semana contra varios dirigentes de ese espacio por su relación con el actual ministro de Economía, Sergio Massa.
La fundadora de la Coalición Cívica había cargado las tintas contra Ritondo y sus pares de la Cámara de Diputados Rogelio Frigerio y Emilio Monzó, entre otros. Ese fue el detonante de fuertes cruces entre dirigentes del PRO y la Coalición Cívica, tanto en declaraciones públicas como en redes sociales, pero ahora el partido presidido por Bullrich intentó poner paños fríos.
“Dimos por cerrado el episodio, ya está. Ya dijimos todo lo que teníamos para decir”, expresó la ex ministra de Seguridad. Y agregó: “tuvimos una muy buena reunión donde primero discutimos los temas nacionales, como la inflación que le pega a todos los argentinos, y después hablamos del mapa electoral nacional del PRO y de Juntos por el Cambio”. Larreta se retiró sin hacer declaraciones, mientras que Macri se limitó a afirmar: “Estamos más fuertes que nunca trabajando para 2023 para salir de esta crisis y esta angustia”.
Los dichos de Carrió no solo provocaron la reacción de los principales referentes del conglomerado opositor, quienes coincidieron en que la líder de la CC había cruzado un límite al involucrarse en temas personales, sino que agudizaron las tensiones entre las distintas ramas de Pro, que pulsean por la estrategia electoral para recuperar el poder nacional y las candidaturas de 2023. A diferencia de Bullirch o Larreta, quienes rechazaron públicamente la embestida de Carrió contra sus socios, Macri evitó involucrarse en la polémica. Solo mandó a sus colaboradores a aclarar que no avalaba las descalificaciones que hizo la líder de la CC sobre dirigentes de la fuerza.