La campaña de mandarinas se inició en forma temprana y cuantitativamente importante para Uruguay y para Perú: ambos países arrancaron con un ritmo de embarque inicial mayor a otros años. Este plus de envíos se mantuvo durante la primera mitad de la campaña. Similar situación vivió Sudáfrica. En contraposición a la favorable campaña de estos países, Chile registró una temporada con fuerte reducción de los envíos, según un informe de Nicolás y de Valeria Szentiványi, de Topinfo.
Perú, principal proveedor en la primera mitad de esta campaña, aumentó significativamente sus embarques hacia Estados Unidos. De esta forma este país se convirtió en el principal destino de las mandarinas peruanas.
Aproximadamente el 66% de los embarques de mandarinas realizados a la fecha -semana 30, incluida- fueron destinados a Estados Unidos; mientras que a igual fecha del año pasado representaban un 38%, y en 2020, un 49%.
Cabe destacar que Perú ya comenzó a embarcar variedades tardías con destino Estados Unidos en la semana 14, en un rango creciente de 1.000 a 5.600 toneladas semanales entre las semanas 14 y 26, y superando las 10.000 toneladas semanales a partir de la 27. Chile, por el contrario, recién llegó a 1.000 toneladas de variedades tardías en la semana 30.
Según fuentes privadas, este año el aumento en los embarques peruanos se ha dado tanto en Satsumas como en Clementinas -en especial, Primosole-, pero fundamentalmente en variedades tardías -principalmente, Tango-.
La menor producción de Chile se debe a varios factores; el más importante, la sequía que viene sufriendo el país trasandino durante los últimos 10 años, que se dio de manera muy severa el año pasado.
En junio y en julio mejoró la situación hídrica, pero las lluvias abundantes también interrumpieron la cosecha de cítricos. A eso se sumó que a fines de mayo y en julio algunas heladas causaron daños en las regiones citrícolas. A esto hay que agregar la tendencia a plantar más variedades tardías, en detrimento de otras variedades de media estación.
La temporada de Clementinas chilenas finalizó con un total exportado de 41.000 toneladas; un 40% menos que el año pasado, cuando se había exportado 70.000 toneladas-, y un 20% menos que en 2020, cuando se habían exportado 51.000 toneladas.
En cuanto a los precios FOT (Free On Truck -en inglés, “Libre en el camión”- cláusula de comercio internacional para operaciones en las que la mercancía se transporta vía carretera), esta primera mitad de campaña el promedio de los cuatro países fue superior al promedio del año pasado, pese a que arribaron cantidades mayores durante el mismo período. Dicha diferencia supera ampliamente la inflación de Estados Unidos.
Al momento, la cantidad total de mandarinas arribadas a ese país supera en un 11% a las arribadas a igual fecha del año pasado. En lo que va de la presente campaña no hubo momentos de exceso de fruta en los canales; y la mayor cantidad arribada no afectó negativamente la evolución de los precios FOT.
¿Mejoró la demanda? ¿La inflación disfraza los mayores precios al consumidor? “Sería aventurado dar una respuesta. Lo cierto es que la actual temporada está teniendo una evolución tranquila en cuanto a precios, pese a la situación atípica en cuanto a los arribos”, dijeron. Y consideraron que la segunda mitad de la temporada, con predominio de variedades tardías, no debería presentar sorpresas desagradables, salvo que haya arribos muy concentrados en alguna semana.