20.37- “Que esta banda siempre está de fiesta, todos descontrolados, queremos dar la vuelta... no se compara, somos diferentes a todas la hinchadas...”, faltaban 53 minutos para que Pablo Echavarría marque el inicio del partido y el estadio era una realmente una caldera.
20.50- Primera ovación de la noche, Tomás Marchiori y Carlos Lampe salen a realizar los movimientos precompetitivos. Dos minutos después, otra mini explosión: el plantel sale al campo de juego encabezado por Guillermo Acosta, el capitán.
Nuevamente el aliento ensordecedor tapa por completo a Jambao y su “Se parece más a ti”, canción que los “decanos” tienen reversionada. Pero el clásico de la década del 2000 pasa desapercibido. “Dale dale dale de, hoy te vinimos a alentar, para ser campeón, hoy hay que ganar...”. El Monumental ruge.
A esta altura los jugadores, que habían tratado de bajar los decibeles al partido en la previa, ya eran conscientes de que los hinchas iban a jugar su propio partido y que lo que se venía era una final.
21.15- Se retiran los futbolistas a los vestuarios y una tensa calma se apodera del escenario, hasta que la voz del estadio nombra a los titulares del equipo de Lucas Pusineri, bajo una lluvia de aplausos. Lampe, Ramiro Ruiz Rodríguez y Pusineri se adueñaron del aplausómetro.
21.27- Papelitos al aire, fuegos artificiales y la primera gran explosión de la noche.
21.30- Echavarría da la orden y empieza a rodar la pelota que fue siempre de Atlético. El “Decano” impuso condiciones desde el primer minuto y si no se fue al vestuario arriba en el marcador fue pura y exclusivamente por los repetidos fallos en los últimos metros. Aunque suene increíble, si el primer tiempo terminaba 3-0, el resultado iba a estar bien, pero finalmente fue 0-0 a pesar de que César Rigamonti no contuvo ningún disparo.
¿Que pasó? El equipo de Pusineri hizo bien los deberes y llegó con claridad a los 11, 15, 16, 29 y 45 minutos, pero siempre pifió en el último toque.
Primero fue Ruiz Rodríguez que definió apurado desde el punto de penal, aunque muy lejos del arco.
Luego fue Ramiro Carrera que probó desde afuera y su disparo se fue apenas desviado. Al minuto, “RRR” volvió a ganar en velocidad y habilitó a Augusto Lotti, que dejó un hombre en el camino, pero se perfiló para su zurda y le erró al arco.
La última de Atlético en la primera parte fue fiel reflejo de lo cruzada que parecía venir la noche. Lotti habilitó a “RRR” que le ganó en velocidad a Franco Sbuttoni y cuando intentó tirar el centro atrás, se enredó y terminó dejando la pelota en manos del arquero.
Increíble, el “Decano” había tenido cinco oportunidades claras para abrir el marcador y no pudo. Sólo quedaba tiempo para que Lampe mostrara toda su categoría, deteniendo un disparo del siempre peligroso Renzo López, que se las ingenió para definir bien, pero se encontró con el “16”.
Atlético fue muy superior a su rival, ganó en todas las líneas, pero como si se tratara de una maldición, erraba en el último toque. Eso sí, daba sensación de que el triunfo dependía solamente de ese acierto al arco, por eso en el entretiempo Abel Balbo sacó un delantero (Claudio Riaño) y mandó al campo a Enzo Kalinski, para superar en número en la mitad de la cancha y tratar de quitarle la pelota al rival.
A pesar de los cambios, la primera del segundo tiempo fue de Atlético, “Bebe” Acosta comandó un contragolpe que parecía letal, pero entre Rigamonti y el palo, mantuvieron el cero en el arco visitante. Otra vez, “RRR” se lo perdía.
“No puede ser... una tiene que entrar, si metía todas estas, mañana lo vendemos al PSG”, gritó un plateísta. Reír para no llorar, de eso se trataba.
22.42- Tembló la provincia. El epicentro, sin dudas fue en el “Jose Fierro”. Gabriel Risso Patrón envió un centro tan preciso como precioso, para que Renzo Tesuri, el más bajito de la cancha se hiciera enorme en tierra de gigantes y desatara la locura. 1-0 arriba y lo que era una quimera, parecía más posible.
Lo que vino luego estuvo de más; Atlético se sintió cómodo con el resultado a favor y el visitante nunca le encontró la vuelta.
23.23- Echavarría marcó el final del partido y del maleficio que duró 31 años. El “Decano” estaba ante varios objetivos por cumplir, y los consiguió a todos. Sigue siendo el único líder del torneo, le sacó 17 puntos a Aldosivi en la tabla de los promedios y cortó una racha sin triunfos ante Central Córdoba. La fiesta fue total.