PEKÍN, China.- El régimen chino sigue implementando medidas para cercar a Taiwán, en una escalada que ya lleva 10 días, luego de que la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, rompió el delicado equilibrio en el que convivían Pekín y Taipei.
El Ejército Popular de Liberación (EPL) chino “organizará patrullas regulares de combate” en las aguas alrededor de Taiwán, dijo el portavoz castrense Shi Yi, al diario “China Daily” y citado por la cadena de televisión alemana DW.
Shi, portavoz del Comando del Teatro de Operaciones del Este, aseguró el miércoles que las recientes maniobras militares chinas, aéreas y marítimas, “lograron los objetivos de su misión” y “pusieron a prueba de manera efectiva la capacidad de combate” de las tropas del Comando.
Tras la visita de Pelosi a Taiwán, Pekín anunció maniobras militares alrededor de la isla que se prolongarían del jueves al domingo de la semana pasada, aunque luego se alargaron hasta el miércoles siguiente.
Los juegos de guerra con fuego real, de una intensidad no vista en décadas, incluyeron el lanzamiento de misiles convencionales de largo alcance y el bloqueo del espacio aéreo y marítimo en seis zonas situadas frente a las costas de Taiwán, ejercicios que Taipéi describió como un bloqueo de la isla y “una irresponsabilidad”.
Shi Yi explicó que las fuerzas del Comando del Teatro de Operaciones del Este “protegerán de forma decidida la soberanía nacional y la integridad territorial” de China.
El portavoz del Ministerio de Defensa de China, Tan Kefei aseveró que las maniobras son “una poderosa disuasión para las fuerzas separatistas de Taiwán y las injerencias extranjeras” y añadió que las acciones militares chinas son “necesarias y justificadas para proteger la soberanía nacional”. Tan agregó que los ejercicios militares se llevaron a cabo “de acuerdo con las leyes y prácticas nacionales e internacionales” y que “el proceso de reunificación es imparable”.
“Estamos dispuestos a ejercer la máxima sinceridad y los mayores esfuerzos para lograr una reunificación pacífica, pero el EPL no dejará espacio para que las fuerzas separatistas de Taiwán y las potencias extranjeras logren sus objetivos”, concluyó.
Después de que China terminó sus ejercicios alrededor de la isla y reiteró sus amenazas de recuperarla por la fuerza, Taiwán implementó sus propias maniobras militares con fuego real. Además, acusó a China de aprovechar la visita de Pelosi como excusa para ensayar una posible invasión, que viene planeando desde hace rato.
“China utiliza la visita (...) como excusa para destruir el statu quo y aprovecha la oportunidad para hacer problemas, intentando crear una nueva normalidad para intimidar al pueblo taiwanés”, declaró la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joanne Ou.
La Cancillería se declaró contra el modelo de “un país, dos sistemas” que propone Pekín.
China reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.