La inflación provoca ciertos cambiios. Uno de los más relevantes es que ahora cayó la venta del pequeño comercio, pero se mantiene la de los supermercados. El volumen vendido por los almacenes bajó por segunda vez en el año, tras el descenso de mayo, según el relevamiento de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Las grandes cadenas de supermercados no bajaron sus niveles de venta, porque consiguen mejores precios de sus proveedores. Además concentran a la clientela de mayor poder de compra.
Las bajas de las ventas
En mayo pasado, Luis Pagani, dueño de la mayor empresa de alimentos del país, Arcor, dijo que “hay dos Argentinas: una que consume y otra que le cuesta llegar a fin de mes”.
Aquella vez, la CAME registraban una caída, del 3,4%. La anterior baja correspondía a mayo de 2021, cuando descendieron 7% por la segunda ola del Covid-19. Ahora, en julio último, retrocedieron por segunda vez en el año un 3,5%.
Los empresarios atribuyen la baja de julio al repunte de la inflación, las expectativas negativas de corto plazo y los problemas de provisión por ausencia de precios o por faltantes ante el desconcierto económico general, incluida la escasez de divisas para importar. En la CAME preocupa que la inflación continúe alta en agosto y siga repercutiendo en el consumo.