¿Con qué economía se encuentra Sergio Massa? Si se toma en cuenta el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), elaborado por el Banco Central, el titular del Palacio de Hacienda tendrá que enfrentar una inflación anual del 90,2%, una actividad que este año se expandirá en torno de un 3,4% y un nivel de desempleo del 7,3% para el segundo trimestre. El dólar, mientras tanto, corre por cuerdas separadas. Si bien el REM vaticina que el tipo de cambio nominal promedio alcance los $ 167,16 por dólar a diciembre, en el mercado cotidiano el blue volvió a subir ayer, al ofrecerse a $ 292 por unidad, mientras los financieros dejaron de bajar y cerraron también en alza. Lo más preocupante es que el Banco Central sigue cediendo reservas y, en lo que va del mes, ya vendió unos U$S 700 millones. El nuevo conductor del Palacio de Hacienda espera que los exportadores anticipen la liquidación de divisas de tal manera de robustecer las reservas. En el medio está pendiente la reunión entre Massa y los referentes de la Mesa de Enlace.
Si bien el mercado parece atravesar un respiro cambiario dándole tiempo al nuevo ministro de mostrar sus capacidades, la realidad es que hasta ahora poco se ha visto, advierte Invecq Consulting. En gran parte es el mismo historial del gobierno lo que genera que los anuncios sean recibidos con un alto grado de escepticismo y desconfianza. Aun cuando pueden estar bien orientados desde lo discursivo, la mayoría de ellos no dejan de ser propuestas recicladas o simples declaraciones de intención, con poca claridad acerca de su implementación y probabilidad de éxito, puntualiza la firma dirigida por el economista Esteban Domecq. El dato no es menor. La baja del déficit fiscal que proyecta Massa ya había sido prometida por sus antecesores en el cargo, Martín Guzmán y Silvina Batakis, pero en los hechos los resultados no fueron los esperado; hubo aumento del gasto real.
Al mismo tiempo, por razones que nada tienen que ver estrictamente con la economía, se han dejado de lado otras opciones adicionales para profundizar el ajuste del gasto, como pueden ser las transferencias a provincias o el déficit de las empresas públicas, observa Invecq. Estas son solo dos entre varias posibles fuentes de un ajuste, pero que resaltan de manera evidente al verificar que de 2019 a hoy han duplicado su peso en términos del PBI, pasando ambas del 0,5% cada una al 1%.
En cuanto a lo monetario, más allá de que parece improbable que no se vayan a utilizar más Adelantos Transitorios en lo que resta del año como aseguró Massa, el principal problema hoy radica en la compra de títulos por parte del Banco Central, sostiene la consultora. Esta operación implicó en los primeros siete meses del año una expansión monetaria de $ 1 billón, un 67% más que los $ 630.000 millones destinados a Adelantos Transitorios. Por lo tanto, si ya han utilizado este mecanismo para burlar la meta impuesta por el FMI, no sería raro que lo continúen implementando como medio de financiar indirectamente al Tesoro.
Precisamente, el Tesoro lanzó una operación de conversión de activos para extender plazos y descomprimir vencimientos. Se trata de una operación voluntaria de conversión de instrumentos de deuda pública de mercado con vencimiento en los próximos tres meses, que le permitiría extender plazos a través de instrumentos duales dólar link/CER con vencimiento en junio, julio y septiembre de 2023. El objetivo es descomprimir el perfil de deuda del Tesoro en meses con abultados vencimientos que aportarán a la normalización del mercado de deuda en pesos que se viene observando desde el mes pasado, se explicó desde el Palacio de Hacienda.
En los primeros días de la gestión económica de Massa, el 55,3% de la población nacional sondeada por Zuban Córdoba y Asociados, señala que el nuevo ministro cuenta con el respaldo político del presidente Alberto Fernández y de su vice, Cristina Kirchner. El analista y socio de la consultora, Gustavo Córdoba, apunta que este dato no es menor, ya que ni Guzmán ni Batakis habían tenido semejante aval. “Es la primera vez que vemos algo lo suficientemente parecido a un consenso dentro del Frente de Todos. Después, los datos económicos y las medidas son puras palabras porque no hay nada concreto”, indica el experto. A su vez, un 70% de los consultados cree que la oposición debería negociar y consensuar las principales medidas del gobierno. Como siempre, la sociedad espera madurez política y capacidad de acordar en su dirigencia. Ese es el horizonte al que el conjunto de la elite política debería aspirar. En suma, Córdoba plantea que esa sociedad podría llegar a confiar en algunas de las medidas, pero todavía no confía en el Gobierno.
En dudas: ¿Qué pasó con Rubinstein?
Está nominado, pero no designado. Ese puede ser el resumen de lo que ayer sucedió con la incorporación del economista Gabriel Rubinstein como secretario de Programación Económica, un virtual viceministro. Sergio Massa lo quiere en su equipo, pero el consultor ha sido un crítico del oficialismo, particularmente de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sus tuits contra la gestión demoraron la designación hasta el martes próximo, dicen en el massismo. Este fin de semana se intentará limar asperezas para que el macroeconomista asuma la semana que viene. “Lo urgente e importante en Argentina, es terminar con el desequilibrio fiscal, mejorar la credibilidad interna y externa (importante desde lo político) para fortalecer reservas y mantener un endeudamiento responsable”, había escrito hace poco Rubinstein en su cuenta en Twitter.