Avanza el juicio oral en contra de Facundo Guerrero, quien está acusado de haber provocado la muerte de su pareja Ana Ríos. El 30 de abril de 2019 la víctima fue al departamento de imputado, en San Juan al 800. Allí se habría originado una pelea que terminó cuando la estudiante de veterinaria cayó desde el balcón. La joven murió al día siguiente por las lesiones. Para los acusadores se trató de un femicidio mientras que la defensa asevera que lo que ocurrió fue un suicidio.
La víctima había denunciado anteriormente a Guerrero por un violento episodio en el cual su ex pareja la habría golpeado y arrastrado por las escaleras del edificio.
En la jornada de ayer declaró el psicólogo y perito Emiliano Gastón Gatto, quien realizó el informe sobre la personalidad de Guerrero. “El presenta cierta frialdad en cuanto a su forma de relacionarse. Pero eso no significa que no sea capaz de percibir el dolor ajeno. Se lo notaba preocupado por el dolor que le causaba a su familia verlo detenido”, indicó.
El profesional explicó que notaba rasgos psicopáticos en el acusado, pero aclaró también que eso no significaba que Guerrero sea un psicópata. “Son conceptos diferentes. Hay muchos tipos de psicopatía, hablamos de un concepto más complejo”, dijo. También intentó explicar el informe que había realizado con ejemplos simples, para que los presentes pudieran entender los conceptos. Cuando le preguntaron cómo definiría a un narcisista (rasgo que también percibió en el acusado), argumentó: “el narcisista es quien no acepta falla en frente de otro. En un adulto puede ser un rasgo psicopático, no así en un niño, de quién sería algo esperable”.
Guerrero reprochó a través de sus defensores Cergio Morfil y Gerónimo Martínez Molina que el profesional sólo lo habría entrevistado una vez y así habría arribado a esas conclusiones. Gatto negó ese planteo, aclaró que existe un registro de las entrevistas y se comprometió a presentarla ante el tribunal.
Dos amigos de la pareja también declararon ayer. Pamela Amaya, quien vivió un tiempo con Ríos, aseguró: “yo presencie dos actos de violencia y ‘Ani’ me contó de otros tres. Primero me llamó llorando un día, diciendo que Facundo le había pegado. Voy a verla y tenía un golpe en la nariz, y morado los ojos; tenía las rodillas raspadas y caminaba renga. Me acuerdo que ese día ella le mandó fotos de las lesiones por WhatsApp a Facundo, reclamándole lo que le había hecho, y él contestó: ‘eso te lo hiciste sola’”.
“La segunda vez ellos volvían ebrios de un recital. Discutieron y después escuché golpes contra la pared. Ella después vino llorando a mi cuarto y él me decía ‘es mentira de Ana, eso se lo hizo sola. Ella rompió la cama’”, dijo.
Por último mencionó que Ríos le contó de otras situaciones violentas: una en su cumpleaños, otra por haber saludado a un ex novio y finalmente una pelea en casa de los padres de Guerrero. “Ella no se suicidó, no tenía ese perfil. Era una persona muy feliz, llena de actividades y que no se quedaba a deprimirse en la casa”, concluyó llorando.
Por su parte, Franco René Roldán, compañero de estudio de Guerrero, confesó que todo lo que sabía sobre el caso era por lo que le había contado el imputado, a quien describió con adjetivos positivos. Al ser consultado por las partes sobre si había una desigualdad de poder dentro de esa relación, aclaró que por lo que él había conocido, consideraba que la víctima era quien mandaba en la relación.