El diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, José Luis Espert (Avanza Libertad), pidió que se plantee “un límite a la natalidad en los hogares pobres” porque sino “Argentina va a ser una gigantesca villa miseria en los próximos años”. También reflexionó sobre la desmedida entrega de planes sociales.
El dirigente liberal se mostró preocupado por la situación social del país frente a una inflación galopante en registros récord, el aumento de la pobreza y el avance de restricciones económicas.
“Con respecto a los planes sociales acá hay dos cosas por hacer. Hay muchas cosas por hacer: una, hay que auditarlos y eliminar los que son truchos, y yo te aseguro que hay mucho plan trucho; dos, a los que no son truchos, hay que condicionarlos. Y limitar la cantidad de hijos que las personas tengan”, dijo.
“Uno no puede darle una AUH por cada hijo: hasta dos hijos te damos AUH, más allá no. No puede ser que uno esté subsidiando el aumento de la pobreza. Si a cada persona beneficiaria de planes se le subsidia cada hijo que tiene, la persona no va a tener ningún control sobre la natalidad y hay que tener una paternidad responsable”, lamentó.
“La tasa de crecimiento de la población en hogares marginales está alrededor de 4 y 5 veces superior a la tasa de crecimiento de la población de clase media y media alta, como consecuencia de lo cual esto significa que, si Argentina no pone un límite a la natalidad en los hogares pobres, Argentina va a ser una gigantesca villa miseria en otro medio siglo, luego de 60 años de decadencia. (...) Tenemos una población que la mitad es pobre y esa mitad que es pobre crece a una velocidad la población que es infinitamente superior a la población que no es pobre”, declaró el economista en una entrevista con Infobae publicada este domingo y que generó revuelo en las redes sociales.
“Una parte de la gente pobre quiere tener hijos para cobrar el plan, pero otra parte tiene hijos porque no sabe cuidarse, no tiene control de natalidad”, aseguró Espert.
De todos modos, el diputado bonaerense aclaró: “La persona que recibe un plan social es una víctima del sistema y hay que ayudarla. Pero a las organizaciones sociales, cero peso”.
“Piquetero que corta la calle tiene que ir preso. La calle está para que la gente circule, no para que sea cortada por cualquier pelagato”, reclamó el dirigente liberal.