“En nuestra provincia ya está instalada desde hace tiempo la ‘Marca Tucumán’, en muchos productos que los tucumanos generan para el mercado internacional y para nuestro propio consumo. Debido a ello, se debe potenciar esta fortaleza en los cultivos emblemas y en otros que están surgiendo”, señaló el ministro de Desarrollo Productivo de la provincia, Álvaro Simón Padrós.
En una nota que le realizó el sitio Agroempresario.com, Simón Padrós consideró que acaso el hecho de ser la provincia más pequeña de la Argentina motivó a la sociedad tucumana y sus empresarios a transformarse en un importante centro o polo de desarrollo industrial.
La matriz productiva tucumana arrancó con la caña de azúcar, cultivo que poco a poco se fue convirtiendo en uno de los principales de la provincia. “Hoy producimos cerca del 64% de lo que se consume en el país. Este sector también supo transformarse. No solo produce azúcar, sino también energía y bioetanol. Lo necesario para cumplir con los cortes mínimos y obligatorios de la nueva Ley de Biocombustibles, que establece un 12%”, indicó el funcionario.
Transformación
De los 20 ingenios que existen en el NOA, 15 se encuentran en Tucumán y tienen la responsabilidad de producir un 50% de esos cortes que plantea la ley. Hasta el momento, la provincia se encuentra en una tercera etapa de transformación, orientada a la sucroalcoquímica, donde a partir del azúcar y del etanol se produce bioinsumos muy requeridos por numerosos sectores económicos.
Hoy en día, las autoridades del Gobierno local tratan de impulsar un modelo de “campo asociado a la industria”, con el fin de industrializar la ruralidad. “Apoyados en esos conceptos, estamos construyendo una fábrica de dulce de batata en Simoca, que se caracteriza por el minifundio cañero. Cuando uno habla de esto, se refiere a más de 7.000 productores que se dedican a la actividad. El 61% de ellos tienen menos de 10 hectáreas. No cuentan con una unidad económica que les permita mantener a su familia a partir de la producción exclusiva de caña de azúcar”, mencionó el ministro.
Batata
Bajo la idea de industrializar la ruralidad, Tucumán descubrió importantes alternativas productivas en la batata. Con fondos del Estado, decidió apostar por la producción e industrialización del cultivo, obteniendo grandes resultados.
En el norte provincial hay una pequeña cuenca tambera que requiere de inversiones para entrar en valor. Actualmente cuenta con 45 productores, con una producción estimada de 75.000 litros diarios de leche. Lo sorprendente es que el 60% se destina a otras provincias como Santa Fe, de donde vuelve envasada.
Por otra parte, Simón Padrós admitió que en el norte están trabajando mucho para apuntalar la vitivinicultura y producir vinos de alta gama como productos exportables.
Respecto del agregado de valor en origen, el funcionario provincial afirmó que Tucumán tiene mucha experiencia en el asunto, sobre todo teniendo en cuenta cómo logró transformarse a partir del cultivo de caña de azúcar.
Además, acotó que la performance del sector citrícola también es notable, ya que solo un 25% de lo que se produce a nivel local se exporta, mientras que el resto se destina a la industria para generar ingresos mayores a partir de la cáscara deshidratada, de los aceites esenciales y de los jugos concentrados.