Simpática. Cordial. Curiosa. En la apretada agenda se dio tiempo para visitar ayer la Sociedad Francesa tucumana, fundada en 1879, antes de regresar a la Capital Federal. “Veo que los argentinos están acostumbrados a tener que arreglárselas con situaciones muy complicadas, mucho más de las que tenemos en Francia, porque cuando nosotros estamos con una inflación de 5%, la gente pega gritos, pero en la Argentina es más del 5% por mes. Ya estuve en la Argentina, de 2008 a 2012, cuando era primera consejera en la embajada, entonces ya viví en esa época una situación de cómo impactó la crisis mundial de 2008 en el país”, comenta Claudia Scherer-Effosse, embajadora de Francia, que visitó esta provincia para firmar un convenio con la Universidad Nacional de Tucumán y realizar otras actividades.
- ¿Cuál es la impresión que se lleva de Tucumán luego de dos días de visita? ¿Ya nos conocía?
- Visité varias veces Salta y Jujuy, pero todavía no había venido a Tucumán y cuando tuve mi primer encuentro con el jefe de Gabinete, el gobernador Juan Manzur, le dije que iba a visitar su provincia cuando tuviera la oportunidad. Tenía pendiente la firma de un acuerdo para la creación del Centro Franco Argentino en la Universidad Nacional de Tucumán porque hay mucha cooperación con universidades francesas, con estudiantes e investigadores que van y vienen. Entonces queríamos crear un centro para institucionalizar un poco esa cooperación, funcionará en la Facultad de Filosofía y Letras, pero no se trata únicamente de idiomas ni tampoco de ciencias sociales, es para coordinar, trabajar e implementar proyectos en común.
- ¿Qué proyectos comunes?
- Varios. Por ejemplo, la Escuela Agrotécnica de la Universidad que tiene una cooperación con un liceo agrotécnico en Bourges, en el centro de Francia. Me encontré ayer con una profesora que estuvo en Bourges para intercambiar métodos de enseñanza, información sobre cómo mejorar la agricultura. También fui a la Municipalidad, pero no firmé ningún convenio, quería conocer al intendente, como siempre hago cuando viajo. Fue también la oportunidad para la Alianza Francesa de firmar un convenio con la ciudad para poder recibir la ayuda del municipio en el desarrollo de sus actividades. La Alianza Francesa es parte de una red mundial de la Fundación Alliance Française, con sede en París, que tiene en Argentina 53 alianzas, una delegación regional en Buenos Aires. La Alianza Francesa de Buenos Aires es la que coordina todas esas alianzas y es una parte de la embajada.
- La Alianza de Tucumán cumplirá un siglo el año que viene, ¿cuál será el aporte de la embajada en esa celebración?
- Todavía no sé exactamente, pero conversé con la comisión directiva y existe un sistema que está gestionado por el Consulado General de Francia, en Buenos Aires, para presentar proyectos que reciban apoyo financiero. Les dije que si tienen ideas de cómo festejar, sería buenísimo que presentaran ese proyecto porque cada año hay varias asociaciones que tienen recursos con ese sistema de ayuda,
- ¿Cuál es la impresión que tiene del potencial económico de nuestra provincia?
- Tucumán tiene una gran oferta en materia agrícola, acabo de regresar de visitar la empresa citrícola Trapani que es impresionante. No me dio tiempo de visitar una fábrica de azúcar, pero también es una actividad importante, igual que la exportación de limón.
- ¿Los franceses pueden interesarse invertir en Tucumán?
- Por ahora no, no hay muchas empresas francesas que inviertan en el país. Es complicado invertir porque se necesita una estabilidad económica que no hay por ahora. También el contexto internacional es de mucha incertidumbre, no solo la Argentina está complicada y por ahora, las empresas no están dispuestas a invertir mucho en este contexto. Pero habría alguna oportunidad, por ejemplo, el deseo de Francia de hacer más inversiones para desarrollar energías renovables. De eso de eso hablé con el gobernador Jaldo, a quien no pude ver porque estaba en Buenos Aires por las obvias razones conocidas. Habíamos previsto visitar Tucumán ya hace más de tres semanas y cambió la situación, pero yo les expliqué que me hablaron allá de un proyecto de instalar una planta fotovoltaica en Tucumán. No se concretó, pero si la situación va mejorando, ¿por qué no?
- ¿Cree que estamos cerca de una tercera guerra mundial?
- No creo, espero que no. Lo que pasó el 24 de febrero fue un gran choque para todos los europeos que nunca imaginamos ver esas imágenes de tanques entrando en Ucrania, que es un país que en el 91 consiguió su independencia, es democrático, soberano y que tiene derecho de elegir la vía que quiere seguir y que fue invadido de manera brutal. Entonces la Unión Europea que le tocaba presidir a Francia justamente, tuvimos que liderar esa reacción muy fuerte, con acciones e intervenciones para pedir cese del fuego, pedir negociaciones, brindar ayuda humanitaria. No podíamos quedarnos con los brazos cruzados.
- ¿Hacia dónde cree que va el mundo? ¿Ha fracasado el capitalismo? Cada vez hay más pobres, más desigualdad, ¿vamos hacia formas nuevas de entendimiento?
- No creo en eso absolutamente. Hay que tomar distancia, hay que ver la situación de hoy en día y compararla con el pasado. Por ejemplo, todos conocimos los tiempos de la Guerra Fría, estaba el muro de Berlín, Alemania estaba cortada en dos, teníamos nuestros hermanos de Europa detrás de la Cortina de Hierro y saliendo de Europa, teníamos África del Sur con apartheid. Decir que el capitalismo es un fracaso, es olvidar que en Asia, por ejemplo, la vida de las personas en Camboya, en China también, no tiene nada que ver con hace 50 años. En Francia también la gente se queja, pero en realidad la gente vive muchísimo mejor que los padres.
- ¿Algo va a cambiar con esta crisis mundial? Me refiero a la cuestión humana porque hasta acá, son todas cuestiones del poder económico, donde la gente no está presente. Es la disputa de las naciones poderosas por la hegemonía en el mundo. ¿Habrá un reordenamiento de algo? ¿Cuál sería el lado positivo de este conflicto?
- Siempre las crisis tienen su lado positivo, como usted dice. En la Unión Europea acabamos de decidir que no tenemos que usar el gas ruso, estábamos ya en camino para reducir el uso de los combustibles fósiles y vamos a tener que ir todavía más rápido. Francia tiene la ventaja de tener energía nuclear desde hace mucho tiempo, el 80% de nuestra energía no emite gases de efectos invernadero. En Europa se está cambiando la mentalidad en el tema del reciclaje, del ahorro de energía, porque su precio es más alto. En el tema del transporte, hay jóvenes, como mis hijos, que no quieren vehículos y utilizan el transporte público, los trenes y la bicicleta, esa es la tendencia de muchos jóvenes en Europa. También está entrando una mentalidad de consumo diferente, entonces más que una crisis del capitalismo quizás sea más una crisis del consumo masivo.
DOS CONDECORACIONES
Claudia Scherer-Effosse egresó del Instituto de Estudios Políticos de París; accedió por concurso para acceder a los cargos de secretaria adjunta de Relaciones Exteriores en 1990 y de secretaria de Relaciones exteriores (Oriente) en 1994. Fue condecorada con la Orden Nacional del Mérito y la de “Caballero de la Legión de Honor”.