“Esperar y rezar” y “paso a paso”, son palabras que en estos días se repiten los familiares de Ignacio Gallardo, el joven arquitecto tucumano que recibió tres balazos en el abdomen durante un asalto, en la puerta del edificio donde vive, en la ciudad estadounidense de Miami, a donde se había mudado hace solamente dos meses, para estudiar y trabajar.
“Gallo” sigue internado en un hospital en el estado de Florida, pero de a poco va saliendo adelante. “Ya lo han operado. Ha tenido cinco operaciones. Esperamos que en el día de hoy o mañana ya pueda respirar por sus medios”, contó uno de los amigos del joven estudiante de arquitectura. Ayer empezó a reaccionar, según se pudo saber. “Lo peor ya pasó”, dijo otro de sus amigos.
Su primo, Agustín Gallardo, es cauteloso, pero optimista. “En estos momentos, lo único que puedo llegar a saber es que ya le hicieron las operaciones correspondientes y que hay que ir de a poquito. Va saliendo de a poquito, no es algo que se cure así nomás y hay que esperar”, afirmó durante una entrevista..
Ignacio, que tiene 25 años y nació y vivió en Yerba Buena hasta que terminó sus estudios en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Tucumán, llegó a Miami hace dos meses. Antes de mudarse, jugaba al rugby en el Jockey Club, donde su hermana Patricia también juega al hockey.
En el hospital, está acompañado por su padre, Fernando, que va contando casi a diario cómo evoluciona su hijo. El miércoles, dio una conferencia de prensa, junto a autoridades policiales de Miami, para pedir ayuda a quien pueda aportar datos.
El departamento de policía del condado de Miami-Dade, donde ocurrió el crimen, continuaba ayer con la búsqueda del sospechoso. Las autoridades ofrecieron una recompensa de 5.000 dólares a quien aporte información para dar con él. Se sabe, porque un testigo lo vio y porque el ataque quedó grabado en una de las cámaras de seguridad de la vereda del frente, que se trata de un hombre de alrededor de 30 años, con un tatuaje en el cuello, que camina encorvado y que tiene el pelo corto a los costados y barba candado.
El hecho tuvo lugar la madrugada del 21 de julio, cuando Ignacio conversaba con un amigo sobre las escaleras linderas a la puerta de su domicilio, en la calles 8th y Michigan Court, en la zona de South Beach, en Miami. Allí los abordó un desconocido, que les pidió dinero.
El joven sacó un billete del bolsillo y se lo entregó, pero el hombre sacó una arma que llevaba en la parte de atrás de la cintura, y le disparó tres veces, en el abdomen. Después, salió corriendo, no sin antes llevarse también la billetera de la persona con la que estaba Ignacio en ese momento.
El primero en asistirlo fue uno de sus compañeros de departamento, Richard Matute, que dormía al momento del ataque pero salió porque escuchó gritos y se encontró con la escena de Ignacio en el suelo, cubierto de sangre y temblando.