Hace tres meses que se normalizó la Unión Cívica Radical (UCR) de Tucumán luego de una larga intervención, pero internamente quedan varias cuestiones por ordenar. O al menos eso se percibió luego del enrarecido clima que se generó a partir de un comunicado de prensa que luego fue desacreditado por un sector, que generó malestar en otros y que incrementó las tensiones con el alfarismo. Hubo una escalada de cruces por los gestos políticos que vieron a partir del 9 de Julio dentro de Juntos por el Cambio (JxC).
La Junta de Gobierno de la UCR se reunió el lunes y emitió un comunicado de “respaldo y aprobación” a la posición del diputado Roberto Sánchez, titular del partido, respecto al encuentro institucional que mantuvo junto a los intendentes radicales Mariano Campero (Yerba Buena), Alejandro Molinuevo (Concepción) y Sebastián Salazar (Bella Vista) con el gobernador interino, Osvaldo Jaldo, “para analizar la situación económica y social de la provincia”. A su vez, acusaron a los funcionarios alfaristas de tener “doble discurso” por haber criticado el encuentro institucional, pero haber recibido $35 millones no reintegrables de la Provincia por los festejos en la plaza Independencia.
Horas más tarde, sin embargo, miembros de la Junta, como el legislador Ricardo Ascárate y la ex diputada Teresita Villavicencio desmintieron el texto. El primero, que fue quien solicitó las explicaciones por el encuentro con Jaldo en nombre del partido, aseguró que el comunicado no tenía el aval oficial y que no fue lo que se acordó. “El clima es enrarecido. No puedo decir si hay premeditación. Pero pareciera que hay un grupo que le interesa destruir JxC en Tucumán. A mí me interesa construir JxC”, dijo. A su vez, recordó que fue de los primeros en respaldar a Sánchez en la UCR.
Villavicencio, en tanto, repudió “las maniobras internas” que no reflejan el espíritu de trabajo, aclaró que no firmó dicho texto y marcó que atacar la unidad de JxC “sólo sirve para demostrar cuales son los intereses a los que se sirve”.
Distintas fuentes consultadas por LA GACETA coincidieron en que la “boina blanca” Mónica Frías, secretaria de la organización de la Junta, fue quien se encargó de enviar el comunicado a la prensa con las críticas al alfarismo. Afirman que el contenido del texto se suele debatir antes, pero que está vez fue inconsulto. “Imprudencia” y “negligencia” fueron algunos de los calificativos que usaron para referirse a lo que denominaron “un desconcierto”. A pesar de varios intentos de este diario, Sánchez no se expresó al respecto.
“Es funcional a Jaldo”
El líder del movimiento Boina Blanca, Ariel García, respaldó a Frías y afirmó que sólo hizo una transcripción de lo tratado y de las explicaciones que dieron Sánchez y Campero. Además, disparó contra el legislador por sus críticas. “Si en la reunión tenés una discusión política y la perdés, después no salgás a desmentir. Ascárate quería cobrarles factura a los intendentes”, fustigó. A su vez, marcó que la UCR no puede apartarse de JxC en Tucumán dado que hay un acuerdo nacional.
También con los tapones de punta salió el concejal José “Lucho” Argañaraz, quien deslizó que le genera suspicacias que el comunicado haya ido en la misma dirección con lo que criticó la Casa de Gobierno, respecto a un supuesto “doble discurso” de parte de Alfaro. “Hay una sospechosa coincidencia entre lo que dice Sánchez y la ministra de Gobierno (Carolina Vargas Aignasse). Más sospechoso aún que sea luego de la reunión que tuvo Sánchez con Jaldo, que puso al radicalismo a disposición de uno de los peores gobiernos; Sánchez es funcional a Jaldo, le guste o no le guste”, disparó.
El secretario de Gobierno de la Capital, Rodolfo Ocaranza, afirmó a LG PLAY que los $35 millones responden a un resarcimiento de la Provincia a la Municipalidad por la suspensión de los festejos del 8 de julio. El propio intendente Germán Alfaro dijo que la devolución responde a la falta de seriedad y de ordenamiento de la Provincia producto de la interna.
Otros alfaristas, en tanto, analizaron que la publicación del decreto responde a que el oficialismo busca inmiscuirse en la interna de JxC para buscar una ruptura. “Hay una mano negra del Gobierno”, sentenciaron.