Durante la estación más fría del año aumentan los casos de enfermedades respiratorias. Y también, como consecuencia, se incrementa la venta de remedios y la automedicación. Los profesionales de la salud han reiterado su preocupación por el expendio indiscriminado de medicamentos; particularmente, los antibióticos. El uso sin control de estos fármacos tiene consecuencias en la salud y es una de las principales causas de la resistencia antimicrobiana. Por lo tanto, urge que haya una mayor intervención del Estado y que la población tome conciencia.
Solemos escuchar a diario relatos de personas que toman remedios sin indicación de un médico: usan analgésicos para calmar hasta un mínimo dolor, pastillas para el malestar estomacal, antibióticos si tienen tos o gripe y tranquilizantes para dormir mejor.
En todos los casos, incluso cuando un medicamento sea de venta libre, no quiere decir que no sea inocuo para el cuerpo y que no pueda resultar perjudicial en determinadas situaciones, ya que no deja de ser una droga, aclaran los médicos.
Según datos de la Confederación Farmacéutica Argentina y del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, en el contexto de pandemia aumentó notablemente la automedicación. La venta de psicofármacos creció cuatro veces más que la de medicamentos en general. Otro dato llamativo es el incremento del expendio de remedios sin receta.
Un ejemplo frecuente es el uso de antibióticos sin prescripción médica ante la sospecha de una infección. Esta práctica, según el Ministerio de Salud, puede acarrear efectos adversos o indeseados secundarios, puede agravar la enfermedad y crear tolerancia o resistencia a un determinado antibiótico.
Esto no sólo representa un problema para la persona que los toma, sino para toda la población. Los médicos ya advirtieron que una de las mayores preocupaciones a futuro son las superbacterias.
Se cree que en menos de tres décadas, las bacterias resistentes a los antibióticos van a causar tantas muertes como el cáncer.
Estos remedios, que han sido fabricados para cuidar la salud de las personas y son en gran parte responsables del aumento en la expectativa de vida de la población, hoy se están volviendo cada vez más ineficaces. Las infecciones son más difíciles de tratar y aumenta de la mortalidad, advierte la Sociedad Argentina de Infectología.
Recientemente, en la Cámara de Diputados se dio un importante paso para regular el expendio de antibióticos. El proyecto, que recibió media sanción, establece que estos fármacos deberán venderse bajo receta archivada.
De aprobarse, la ley será un avance. Sin embargo, como es sabido, la automedicación está directamente relacionada con la venta ilegal de medicamentos. Entonces, será necesario que haya más controles y acciones por parte de los organismos de regulación.
En la Argentina, a pesar del sistema legal vigente, no siempre se respeta cuál es el lugar correcto para adquirir los fármacos.
Hay normativas que prohiben expresamente la venta de medicamentos en locales no habilitados como farmacias y aún así es posible adquirir estos productos en quioscos, almacenes de barrio y sitios de internet, entre otros lugares. Por otro lado, también urge que haya más campañas para concientizar a la población sobre los peligros de automedicarse y emprender acciones concretas en contra del autodiagnóstico.