A más de 48 horas de haber encontrado el cuerpo, el crimen de Río Seco sigue siendo todo un misterio. Lo único concreto es que la víctima, que no pudo ser identificada hasta el cierre de esta edición, recibió dos balazos, uno en la zona lumbar y otro en uno de sus glúteos. El otro, que el cuerpo del fallecido está cubierto de tatuajes que podrían facilitar saber de quién se trata.
El sábado, pasadas las 20, a escasos metros del puente del río Seco sobre la vieja traza de la ruta 38, fue encontrado un joven de entre 30 y 40 años. La denuncia fue realizada por vecinos que encontraron el cadáver y llamaron al 107 al pensar que se trataba de una persona que se había accidentado. Pero al llegar los policías, descubrieron que el desconocido podría haber sido víctima de un homicidio.
Los peritos no sólo confirmaron que el hombre había sido asesinado de dos balazos, sino que señalaron que las heridas que sufrió eran características de personas que son baleadas cuando escapan corriendo de un lugar. Los vecinos, según fuentes judiciales, escucharon primero una discusión y después varios disparos. También informaron que los autores podrían haberse escapado en una motocicleta.
La fiscala de Monteros Eugenia Posse tomó las primeras medidas y luego giró el expediente a su par Mónica García de Targa. Al haber encontrado las pertenencias de la víctima (dinero, celular y una pequeña cantidad de marihuana), los agentes descartaron que lo hayan matado en un intento de robo. Manejan la hipótesis de que podría haber sido asesinado por la persona a la que habría intentado asaltar.
La prioridad por estos momentos es identificar al fallecido. Los investigadores creen que una vez que logren dar este paso, podrán determinar cuáles fueron las razones por la que fue asesinado en ese sector poblado.