Ismael Serrano llega a Tucumán con sus canciones que se empeñan en mirar hacia el futuro

Ismael Serrano llega a Tucumán con sus canciones que se empeñan en mirar hacia el futuro

El cantautor madrileño celebra 25 años en la música hoy, en el teatro Mercedes Sosa, en un concierto diferente y con guión teatral. Llega con un nuevo y potente álbum y con sus clásicos reversionados.

ISMAEL SERRANO ISMAEL SERRANO

"Porque fuimos, seremos

a pesar del cansancio

gritaré para que al fin me encuentres

en mitad del naufragio.

Porque fuimos, seremos

a pesar de los años

buscaré en la noche la estela

que tu estrella ha dejado".

Lo promete Ismael Serrano, en unas oscuras y vacías calles madrileñas, junto a Clara Alvarado y a Litus, en el videoclip de “Porque fuimos”, idea que cierra en el nombre de su nuevo álbum, “Seremos”. El disco tiene otros colaboradores estelares -Pablo Alborán, EDE y Jimena Ruiz Echazú- que hacen estupendos aportes a sus profundos temas. El cantautor español llega con nuevas historias hechas canción hoy, a las 20, al escenario del teatro Mercedes Sosa (San Martín 479). En el show no faltarán clásicos como “Vértigo”, “Sucede que a veces”, “Pequeña criatura” o “Papá, cuéntame otra vez” en versiones renovadas. Antes, dialogó con LA GACETA.

- ¿A qué alude el título “Seremos”?

- Es un disco que tiene vocación de futuro. La mayor parte de las canciones fue compuesta durante el confinamiento, en un momento en que era muy difícil hacer planes, cuando costaba levantar la mirada. Manifiestan ese empeño por mirar hacia adelante.

- No te dormiste en la quietud pandémica. ¿Cómo has encontrado la manera de inspirarte, si bien vos decís que no sos un fabricante de canciones, que no todo el tiempo estás produciendo?

- Supongo que por el hecho de que para mí la música es una forma de terapia que me ayuda a convivir con mis miedos y con la adversidad. En la canción busco argumento para la vida. De ahí surgen, de la necesidad de encontrar espacios de encuentro que me hagan sentirme acompañado y que me ayuden a entender el mundo que me toca vivir. Creo que para eso sirven las canciones, para sentirse acompañado. Todo músico que sube a un escenario tiene que superar cierto miedo a la soledad, y necesita esa terapia que le ofrece la canción. Supongo que por eso uno sigue componiendo.

 - ¿Cómo recibe el público argentino este show?

- El público argentino siempre ha sido muy generoso conmigo, desde mi primera visita, en 1997, hasta esta gira. Este concierto tiene un componente atractivo muy fuerte, un guión que permite hilar las canciones. Responde a la necesidad de agradecer a todo ese público que me ha acompañado desde hace 25 años. Con ellos hemos vivido paralelamente procesos vitales y experiencias que nos unen y que inevitablemente se pueden ver a través de las canciones. Sólo tengo palabras de agradecimiento por toda esa generosidad y durante tanto tiempo.

- ¿Cómo es eso del guión del concierto?

- Es una suerte de puesta en escena, que está a mitad de camino entre el recital más convencional de canciones y la obra de teatro. Hay un hilo argumental acerca del encuentro con una periodista, a través de una voz en off, en un diálogo que cada vez se va volviendo más íntimo y más informal. Por circunstancias determinadas acaba convirtiéndose en confesiones que trascienden la formalidad de la entrevista convencional. Digamos que es un diálogo, por así decirlo, que me facilita hacer ese repaso vital del que hablaba, y que permite sobre todo entender que no solamente uno crece y evoluciona sino que también lo hacen las canciones.

- “Papá, cuéntame otra vez” ¿es un ejemplo?

- Cuando yo la cantaba por primera vez lo hacía como un hijo que le reprochaba a su padre el fracaso del mundo en el que vivía y demás. Ahora la canto como un padre que trata de encontrar un relato que contarles a sus hijos. O sea, cómo cambia la mirada y cómo cambiamos, todo eso está. Y que, a pesar de las dificultades y del cansancio, está la necesidad de seguir persiguiendo los sueños. Esos temas sobrevuelan el texto que hila las canciones.

- Entonces aparece también el actor.

- Hay un poquito de eso, sí.

- En tus canciones nuevas, ¿qué temáticas hay que no hayan estado en las del disco anterior, “La llamada”?

- No me puse a componer sobre la pandemia. Mucha gente escribió acerca de los aplausos en los balcones al personal de la salud, del miedo, de la sanidad poniendo el cuerpo heroicamente... Yo necesitaba escribir canciones que habían quedado conectadas con esa vibra congelada en el tiempo, y a la par el repaso de canciones que tenía pendiente. Por un lado creo que hay esa mirada hacia adelante, hacia el futuro, “porque fuimos, seremos”, consciente de, sin renunciar a la memoria, ser capaz de mirar hacia adelante, o último acto de rebeldía. En el disco hay canciones que no hablan del cantautor que vino a arreglarte la vida. También hay una deconstrucción del personaje, del músico que se toma demasiado en serio a sí mismo. En la canción “Cállate y baila”, el músico se encuentra con una chica que le dice cállate ya y baila, desconecta por un momento de tu papel de cantautor atribulado. O sea, hay por un lado la necesidad de mirar al futuro, y también a raíz de los confinamientos uno se ha puesto frente al espejo y ha hecho un repaso de sus propias contradicciones, de cuál es su papel. Uno se pregunta cuál es su papel como músico.

 - ¿Ray Bradbury te inspiró en la cumbia madrileña “Farenheit 451”?

- Esa canción habla de las fake news, entre otras cosas. Está inspirada en una idea del propio Ray Bradbury (pasado cierto tiempo se iba a decir que no haría falta quemar los libros). En la distopía en que vivimos se consigue algo parecido a lo que sucede en la novela sin necesidad de quemar los libros. Por ejemplo, desviando la atención, generando la necesidad de consumir información de manera voraz y constante, encapsulada, y cada vez de modo más superficial. La canción habla de cómo las redes sociales generan un espejismo respecto de lo que es la realidad; de las frustraciones que generan las redes, sobre todo de los bulos (noticias falsas), que muchas veces distorsionan o pretenden distorsionar nuestra visión de la realidad.

- Cumplís 25 años trabajando en la música. ¿Qué te falta hacer?

- El sueño de todo músico es la continuidad. Es verdad que he cumplido muchos sueños y, sobre todo, los he cumplido en este país: he cantado con Mercedes Sosa, con Joan Manuel Serrat, con Joaquín Sabina... Pero siempre está el sueño de seguir aprendiendo y haciendo cosas nuevas, de no perder la curiosidad ni la permeabilidad para seguir avanzando.

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