Otro fin de semana con definiciones para cambiarle el humor al mercado
Antes del viaje a EEUU de Batakis, el Presidente dará a conocer una batería de acciones para intentar calmar la situación cambiaria y buscar que el campo contribuya a mejorar el perfil de las reservas. El temor a que se repita el escenario de la devaluación de enero de 2014.
Las fuertes presiones del mercado cambiario no le dan paz a la gestión del presidente Alberto Fernández, que ayer citó a parte de su equipo económico con el fin de pulir las nuevas medidas económicas que el Gobierno prevé anunciar hasta el lunes a más tardar. Por la Casa Rosada pasaron ayer a la tarde la ministra de Economía, Silvina Batakis y el titular del Banco Central, Miguel Pesce. También estuvieron el canciller Santiago Cafiero y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que en los últimos días volvió a ocupar el centro de la escena oficial con un posible desembarco en el Poder Ejecutivo.
La Casa Rosada intenta frenar la caída del nivel de reservas del Banco Central -con la idea planteada por el propio Presidente de captar los U$S 20.000 millones que atesora el campo- y es por eso que acelera acciones que tiendan a darle más estabilidad a las cuestiones monetarias y cambiarias. Según trascendió, los anuncios se efectuarán antes de que Batakis viaje a los Estados Unidos, ya que el mismo lunes, en Washington, tiene previsto ser recibida por la directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
En las últimas horas, el Gobierno se encargó de remarcar que hay una retención de granos que está afectando la dinámica de divisas. Lo cierto es que los incentivos a desprenderse de los granos se redujeron considerablemente en los últimos días por diversas razones: un ritmo de crawling peg más acelerado, la dificultad para acumular reservas, el regreso del déficit comercial, la disparada de la brecha cambiaria, el encarecimiento de la cobertura en Rofex (mercado de futuros) y bonos dollar-linked, y los rumores de un tipo de cambio diferencial para el agro.
El plan oficial apunta directamente a obtener los dólares que cosechó la venta de soja y se instrumentaría por un tiempo determinado. La apuesta oficial, en este sentido, es intentar captar al menos unos U$S 10.000 millones y, de esa manera, mejorar el perfil de las reservas del Central.
Sin confianza
La crisis cambiaria actual tiene un alto componente de incertidumbre política. La estabilización necesitará señales desde ese ámbito de poder para restablecer la confianza, afirma Nery Persichini, Head of Research & Strategy de GMA Capital. Pero, al mismo tiempo, la dinámica del dólar es el producto de problemas macroeconómicos. Por eso, la salida definitiva demandará esfuerzos desde ambos frentes, indica el economista.
Muy pocas veces en la historia hubo un nivel de distorsión como el actual. Hay que remontarse a la década de 1970 para encontrar desequilibrios similares o superiores. Un spread desbordado es sinónimo de mayores expectativas de devaluación. Al cierre de la semana, el MEP había acumulado un salto de 26% en el mes, el “contado con liqui” 27% y el informal 43%. Se trata de valores históricamente elevados una vez corregidos por tipo de cambio e inflación de Argentina y de sus socios comerciales. Hoy los dólares financieros están entre un 10% y 20% más caros que el “Dólar a $ 4” de junio de 2002, indica un reporte de GMA al que accedió LA GACETA.
En este escenario de volatilidad e incertidumbre, es imposible no trazar semejanzas con el evento cambiario más recordado en tiempos de cepo: la devaluación de Juan Carlos Fábrega (ex jefe del Banco Central) y Axel Kicillof (ex ministro de Economía) en enero de 2014. Aquella decisión, si bien mejoró parcialmente las cuentas externas, llevó el precio oficial de la divisa desde $ 6,50 a $ 8 en menos de un mes, aceleró la inflación, produjo una recesión y afectó los niveles de confianza.
En medio de rumores y con expectativa por nuevos anuncios económicos que resulten contundentes para aspirar a una rápida corrección de los desequilibrios, y que cuenten con un amplio respaldo político, los agentes siguen profundizando las deterioradas expectativas, advierte el economista Gustavo Ber. Según el analista bursátil, “a medida que pasa el tiempo, sin claves y urgentes definiciones, se sigue agravando la crisis de confianza en simultáneo a las tensiones inflacionarias y financieras”.
“El clima de nerviosismo entre los agentes económicos sigue a flor de piel y ello queda reflejado -al actuar como termómetro- en la vertiginosa dinámica reciente de los dólares financieros, más allá de los vaivenes que van imponiendo las sucesivas regulaciones, en medio de crecientes preocupaciones por la delicada coyuntura y sus efectos políticos, económicos y sociales” , remarca Ber.
Dos caminos
Baja de retenciones o tipo de cambio especial para el agro
El Gobierno analiza distintas opciones para incentivar al sector agropecuario a agilizar la liquidación de la cosecha, con el objetivo de desacelerar la caída de reservas en el Banco Central. Ese fue el motivo central de la cumbre entre el presidente, Alberto Fernández, y sus dos espadas económicas: la ministra Silvina Batakis, y el jefe del Banco Central, Miguel Pesce. El Ejecutivo estudia distintas acciones con el fin de seducir al campo e incluso no descartan la posibilidad de la baja temporal de retenciones o un tipo de cambio especial para el sector. No obstante, en las últimas horas el jefe de Estado endureció su discurso frente al campo y durante una actividad oficial en la Casa Rosada acusó al sector agropecuario de no liquidar la cosecha “esperando una mayor rentabilidad”.
Estimaciones
¿Cuánto queda por liquidar?
De acuerdo con las estimaciones de Equilibra, Centro de Análisis Económico, quedan en manos de los productores aproximadamente 25,5 millones de toneladas de soja (U$S 14.600 millones). “Si suponemos que quedará un stock final de soja de 7,5 millones de toneladas al final de esta campaña (en línea con el promedio de las dos últimas campañas), restarían comercializarse 18 millones de toneladas, equivalentes a aproximadamente U$S 10.300 millones a los precios actuales”, señala en su reporte semanal. Si bien la proporción que representa la soja retenida por los productores respecto de la producción y el stock inicial de la presente campaña es apenas superior al de la campaña previa (55,5% versus 54,6%), tanto la producción como el stock inicial son sensiblemente inferiores, remarca Equilibra. El ritmo de liquidación de agrodivisas viene por encima al de la campaña previa.
Otro escenario
Un acuerdo entre Rusia y Ucrania aceleraría la liquidación de divisas
La liquidación de divisas por parte del agro debería acelerarse tras la firma del acuerdo entre Rusia y Ucrania que reanudará las exportaciones de ambos países por el Mar Negro, lo cual podría generar una caída en los precios de los commodities, sostienen economistas. Ucrania es uno de los mayores exportadores mundiales de trigo, maíz y aceite de girasol, pero la guerra y el bloqueo de sus puertos han detenido su envío. “Hay un riesgo del sector por el precio de los próximos contratos dado que se está revirtiendo la curva de precios en los mercados internacionales”, dijo a la agencia estatal Télam el economista Sergio Chouza. De todas formas, cree necesario “un acuerdo político con el sector que garantice que parte del stock se vaya a canalizar a corto plazo”. Al igual que Chouza, el economista y director de la consultora Analytica, Claudio Caprarulo, cree que tiene que haber “un acuerdo con el sector para asegurar la efectividad de cualquiera de las medidas”. “Cuando hay tanta incertidumbre, (los exportadores) van a esperar si piensan que más adelante hay un fuerte aumento del tipo de cambio que compensa la baja de commodities”, analizó. En tanto, el economista Martín Burgos, también cree que se acelerará la liquidación de divisas por efecto del acuerdo de posguerra e indicó que “la baja de las retenciones por un tiempo, un mes o dos, podría ser una herramienta, pero es un debate porque es mucho lo que se pierde también de recaudación impositiva”.
Qué dice la Rural
“No hay necesidad de maltratar”
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, salió en defensa del sector, tras las acusaciones del presidente, Alberto Fernández, quien aseguró que los productores realizan maniobras especulativas con los cereales con el objetivo de impulsar la cotización del dólar. “El Gobierno no tiene necesidad de faltarle el respeto y maltratar al sector más competitivo, que más trabaja y que más invierte en el país”, afirmó el dirigente agropecuario en diálogo con la prensa durante la segunda jornada de la 134 Exposición Rural que se realiza en el predio de la entidad. Consultado sobre la versión de un dólar de que el Gobierno estaría estudiando un esquema de cotización del dólar diferente para el agro, Pino eludió la respuesta. “La verdad no es mi opinión la que tiene que valer. El Poder Ejecutivo y el Ministerio de Economía son los responsables de lo que estamos viviendo. No es función nuestra estar dando ideas u opinando de lo que hay que hacer. Lo que estamos seguros es que con esta brecha cambiaria es difícil trabajar”, afirmó el dirigente.
Concepto chavista
La postura de Patricia Bullrich
La titular del PRO, Patricia Bullrich, tildó de “concepto chavista” la acusación al campo del presidente, Alberto Fernández, de estar realizando maniobras especulativas con la retención de granos para forzar una devaluación del tipo de cambio. Bullrich sostuvo que la crítica del jefe de Estado “deja entrever que controlan la propiedad privada de las personas” y la asoció a la frase “exprópiese” que marcó al ex presidente Hugo Chávez. “El grano es una forma de ahorro si uno lo vende cuando quiere; como si fuera una casa, la plata que uno puede tener en una cuenta corriente, o simplemente ahorrada”, recalcó. Bullrich apuntó a la responsabilidad de Fernández al sostener que es el quien tiene que “dar las condiciones de rentabilidad para que el trabajo se valore”. Añadió que “si hay U$S 20.000 millones de granos en silo bolsas o en acopio como dice tiene que ver con la brecha (del tipo de cambio) que ya no se sabe de cuánto es”. La dirigente de Juntos por el Cambio enfatizó que “el productor está vendiendo al 20% del valor y ahora no tiene rentabilidad”. Insistió en el concepto de “propiedad privada” sobre los cereales que están en los campos y enfatizó que “pueden venderlo cuando quieran”.
La protesta de 2008
Espert, contra el presidente
El diputado nacional y líder de Avanza Libertad, José Luis Espert, le recordó ayer al presidente, Alberto Fernández, que “la soja es de los gringos, de los chacareros, de los que cosecharon la soja, de la gente de laburo, y ellos están en todo su derecho a quedarse sentados de por vida arriba de la soja sin que usted pueda decirles nada; no es del Banco Central, no es de usted, no es del Estado ni de la sociedad, la soja es de quien la laburó”. Según el economista, la industria agropecuaria debería reeditar su respuesta de 2008 a la Resolución 125 , ya que el Gobierno “es capaz de destruir a todo el sector”. “El gobierno ve a los grandes agropecuarios como gordos, panzones que se sientan en la puerta de su casa a fumar habanos y no laburan y eso no es así porque son los laburantes más justos que hay en la Argentina”, sostuvo el diputado. Sobre la escalada del dólar blue, dijo que el Gobierno “tiene que eliminar el cepo, dejar que todos los tipos de cambios se unifiquen y anunciar como ancla un plan muy fuerte de ajuste fiscal que sea del gasto público nominal en pesos” para revertir la crisis.