Por Homero Terán Nougués
21 Julio 2022
El nuevo sistema de estacionamiento pagó en 300 calles de la capital tucumana comenzó a funcionar hace tres días y su implementación provocó algunas quejas de los ciudadanos: en primer lugar, los cuidacoches, quienes de un día a otro perdieron sus puestos de trabajo; en segundo término los “frentistas” y trabajadores que dejan sus autos muchas horas en la vereda y reclaman por la cantidad de dinero que deben empezar a pagar de un día para el otro; y por último también se expresaron en las redes aquellos que dudan de la transparencia del uso que se haga de los fondos recaudados.
El secretario de Gobierno de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, Rodolfo Ocaranza, se expresó sobre el último punto y afirmó: “el destino de los fondos se dedicará a obras de la ciudad como toda recaudación municipal”.
“Más aún habida cuenta que el impuesto automotor lo recauda la provincia y no el municipio como sucede en la mayoría de las provincias de la Argentina, que luego se destina a reparación de calles”, agregó el funcionario en una conversación con LA GACETA.
Ocaranza no pudo confirmar, sin embargo, que ya se haya pensado en obras puntuales que serán financiadas con la recaudación y sólo alcanzó a decir que el dinero se utilizará, mayormente, en “obras viales”.
El acuerdo para la aplicación del nuevo sistema se firmó como un contrato de concesión -en el marco de la ordenanza 4758/154- entre la Municipalidad capitalina y una Unión Transitoria de Empresas (UTE), conformada por las firmas santafesinas Tecnoware S.A. y Tecnoagro Vial, que ya prestan el servicio en Rosario.
Según el acuerdo entre las partes, la empresa se comprometió a pagar un canon mensual a la Municipalidad del 15% de lo recaudado con el cobro del estacionamiento, según especificó Facundo Lavieri, representante de la UTE.
“Además del pago la empresa se hace cargo de todos los gastos y la inversión para la prestación del servicio”, dijo Lavieri este diario.
“No es por el cuidado”
Luis Ocampo, referente de la Unión de Trabajadoras y Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) dijo -el martes- a este medio que ante la imposibilidad de trabajar de los cuidacoches, los autos estacionados quedarían “al acecho de los ladrones”. “La sociedad sabe que los cuidacoches han peleado con mucha gente que va a robar o a hacer daño a los autos”, señaló Ocampo en esa oportunidad.
Frente a esta situación, tanto Lavieri como Ocaranza informaron que eso no es responsabilidad de la empresa concesionaria o de la Municipalidad, sino que existen otros mecanismos para resolverlo.
“El pago no es por el cuidado de los vehículos, sino por el uso del espacio. Para cubrir daños en los autos existen seguros. La policía, patrulla de protección ciudadana, el centro de monitoreo, son los que deben controlar la seguridad en la vía pública”, indicó Lavieri.
Ocaranza, a su vez, hizo el mismo plante: “es vía pública, la seguridad es responsabilidad de la Policía de la provincia”. De todos modos añadió que el Centro de Operaciones y Monitoreo Municipal (COMM) está “funcionando a pleno” en la capital.
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