Se siente un afortunado porque puede seguir vinculado al hockey, en todos los sentidos, tanto físicos como mentales. Mariano Becerra vivió otro Mundial. Fue testigo del subcampeonato que lograron Las Leonas en la “XV Copa del Mundo España-Países Bajos”. Antes, en Perth 2002, como presidente de la delegación nacional y en Rosario 2010, formando parte de la organización, fue protagonista indirecto de los dos títulos mundiales que Argentina tiene en el historial.
Con roles dirigenciales en Tucumán Rugby y en la Confederación Argentina de Hockey durante varios años, Becerra posee la experiencia adecuada para saber de lo que habla. “Hay una diferencia de gestión con Países Bajos”, estableció con respecto a la estructura del hockey de las campeonas mundiales. “Si no hay una gestión a la altura de los recursos, los resultados no son los mismos. Países Bajos trabaja de otra manera. En Argentina, hay más ganas que ideas y prevalecen las ganas de la gente que ocupa un lugar, pero sin un plan de desarrollo”, se explayó el ex DT de la Primera “verdinegra” entre 1972 y 1988.
Lo que le contó a LG Deportiva, encuentra un correlato en lo que Becerra escribió en su red social de Instagram. El hombre del hockey se expresó con una intensidad demandante. “La Confederación Argentina debe, de una vez por todas, mirar y trabajar con el interior. Competencia y desarrollo. Liga Nacional de Clubes consistente y Centros de Desarrollo en todo el país que trabajen intensivamente”, pidió Becerra.
Concentrar las energías en ese aspecto de gestión al que hace referencia puede, según su análisis, acortar la diferencia por la que Países Bajos, nueve veces campeón del mundo, tiene un récord favorable de 27 victorias contra 15 triunfos de Argentina. “La dirigencia de la Confederación y la de cada una de las Asociaciones Provinciales deben hacerse cargo y dar un giro de 180 grados en sus políticas de desarrollar el hockey nacional”, reclamó.
Y ¿en la cancha qué se puede hacer? “Claramente en la final estaban los dos mejores equipos del mundo. Países Bajos fue más claro”, argumentó. “El estilo de juego es diferente: ellas juegan a mover la bocha, a pasarla rápido a la jugadora mejor ubicada. Las delanteras argentinas, se dedican a un juego muy individual. Por ejemplo, en los entrenamientos, en vez de practicar ‘escapar y pasar’; eludían conitos todo el tiempo, como un concurso de habilidades. Eso, puede ser visualmente bueno, pero en la práctica está visto que no funciona”, analizó. Y agregó: “Argentina hizo su mejor juego del torneo en los primeros 10’ e ilusionó. Consiguió con mucha presión el control de la bocha y acorraló a Países Bajos que tuvo la enorme virtud de refugiarse y no volverse loco”.