19 Julio 2022
HAY QUE DUDAR. Es fundamental chequear las noticias que se reciben.
Desde influencers debatiendo si la covid era real o un invento hasta personas sin ningún tipo de conocimiento aconsejando antibióticos y antiparasitarios para tratar la enfermedad. El infectólogo del hospital Padilla, Juan Manuel Núñez, cuenta que ha leído y ha escuchado muchísima información errónea en las redes sociales desde que empezó la pandemia, en 2020.
Los espectadores se sienten atraídos por las afirmaciones sorprendentes o extremas. Y no son muchos los que se preocupan por chequear antes de viralizar noticias falsas o información científica de muy bajo nivel. “El tema de la vacuna fue un claro ejemplo de cómo en algunos países la desinformación en las redes sociales terminó impactando en estas importantes campañas de prevención”, indica Núñez.
Aunque a veces ha realizado alguna aclaración, para este médico no vale la pena enojarse. “Las redes sociales son difíciles de manejar. Hasta hoy siguen circulando muchos mitos no derribados; por ejemplo, el de los antibióticos para curar la covid. No se usa este tipo de medicación para enfermedades virales”, recalca.
¿La solución? Para el especialista, pasa por la educación: hay que enseñarles a los usuarios a que busquen sitios oficiales y autorizados cuando necesiten información. Y los médicos deben también ahora alertar más a los pacientes sobre los mitos en las redes.
Qué hacen las redes sociales
Las redes sociales han promulgado políticas para marcar cuando algunos contenidos son falsos. En el caso de la covid-19, por ejemplo, ponen letreros informativos sobre la vacuna y sobre la enfermedad. No obstante, un estudio realizado sobre más de 6.000 videos relacionados con las vacunas encontró que el 58% carecía de advertencias.
Según un informe del New York Times, mediante un comunicado, TikTok escribió: “trabajamos con diligencia para tomar medidas sobre el contenido y las cuentas que difunden información errónea, al mismo tiempo que promovemos contenido autorizado sobre vacunas a través de nuestro centro de información covid-19”. Por otro lado, la compañía ″recalcó que trabaja con creadores confiables para elevar el contenido autorizado sobre temas relacionados con la salud pública. La realidad es que cuando se trata de combatir la desinformación sobre la salud en general, todas las plataformas de redes sociales se enfrentan a una tarea abrumadora, debido al gran volumen de publicaciones inexactas.
Para los profesionales que se dedican a desacreditar informaciones erróneas tampoco es fácil.
Es algo que requiere mucho tiempo. La creación de guiones, la filmación y la edición pueden llevar horas todos los días. Para atraer al público, cada video debe transmitir con precisión la ciencia, pero también debe ser entretenido.
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