La contracara del triunfo: una pésima organización

La contracara del triunfo: una pésima organización

PAPELÓN. Centenares de personas se encontraron con puertas cerradas. PAPELÓN. Centenares de personas se encontraron con puertas cerradas.

La primera visita de Los Pumas a Santiago del Estero contó con una enorme presencia de hinchas tucumanos, no sólo por ser la sede más cercana de la gira, sino también por el parate en la actividad del rugby de clubes. Muchos no habían podido asistir a los tests en Jujuy y en Salta porque tenían partidos programados en el Regional. Sin embargo, el festejado triunfo argentino en el cierre de la ventana internacional tuvo su contracara en una organización que dejó mucho que desear. El acceso al Estadio Único fue caótico y desembocó en cuellos de botella en varios sectores. 

Muchas personas se quejaron de que tuvieron que estacionar sus vehículos a gran distancia cuando había muchos espacios libres en las inmediaciones del estadio. No hubo una señalización apropiada y la información brindada era imprecisa y a veces contradictoria. 

De tal suerte, muchas personas demoraron más de lo previsto en llegar al estadio. Y cuando faltaba poco para comenzar el partido, había una gran cantidad de espectadores esperando ingresar porque se habían encontrado con las puertas cerradas para la platea Este. “Una pena enorme el escándalo que fue la entrada. 

La Policía cerró las rejas de acceso y actuó con violencia sobre el público que quería entrar, aún habiendo muchos niños. El estadio es un lujo, pero todo se empañó por el violento accionar policial”, reclamó Enrique García Hamilton, uno de los afectados. Cuando la situación se desbordó, finalmente se abrieron las puertas y las personas pudieron ingresar, ya con el partido empezado.

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