Gabriel Katopodis: “garantizamos la obra pública en Tucumán”

El ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, aseguró sin vacilar que Tucumán es una de las provincias que tiene garantizada “la mayor inversión de obra pública en la historia” del país. Son alrededor de $90.000 millones para unos 300 trabajos de infraestructura. Afirmó que, sin importar los compromisos que deba afrontar el Poder Ejecutivo, esas partidas están aseguradas. Sostuvo que están convencidos de que la obra pública será una palanca muy importante para la recuperación económica. Pero, a su vez, consideró que luego de la escalada de tensiones que hubo en el Frente de Todos el margen se reduce para dar un golpe de timón. “Hay una oportunidad. Tal vez es la última que tenemos en nuestro país de reencauzar este momento de la economía y que el peronismo tiene la fuerza suficiente para poder pasar este momento difícil”, expresó a LA GACETA.

El funcionario de Alberto Fernández estuvo el viernes en Tucumán. Con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el gobernador interino, Osvaldo Jaldo pusieron en marcha las obras de la nueva Autopista de la Ruta Nacional N°9, que unirá Termas de Río Hondo con San Miguel de Tucumán. Más tarde visitaron la planta de líquidos cloacales en Famaillá y obras de mejoras en Aguilares. Katopodis recibió a este diario en el aeropuerto Benjamín Matienzo y dialogó sobre cuestiones vinculadas a la obra pública y a la interna con Cristina Fernández.

- Hace días se anunció el plan de obras públicas Argentina Grande. ¿Qué es?

- Es un plan de obra pública que tiene básicamente cuatro ejes. Lo vial, que tiene que ver con rutas y con caminos. Lo hídrico, la gestión de los acueductos, las redes de agua y las obras que hacemos para mitigar las inundaciones; todas obras que están llevándose adelante en los 2.300 municipios que tiene la Argentina. Obras urbanas: pavimento, cordón cuneta, agua, cloaca y escuelas. Y, por último, lo que tiene que ver con la con la infraestructura del cuidado: la construcción de hospitales y de jardines maternales. Hoy el Ministerio está llevando adelante una agenda de 5.000 obras en todo el país, de las cuales 120 definen de alguna manera la matriz de desarrollo. Marcan cuál es la visión de desarrollo que estamos proyectando hacia adelante. En Tucumán la transformación de los 140 kilómetros de la Ruta Nacional N° 9 en una autopista permitirá potenciar todo el desarrollo turístico y productivo entre Santiago del Estero y Tucumán y, después, de Tucumán hacia Salta. Es una obra que pusimos en marcha, que ya se está poniendo en marcha del lado de Santiago del Estero, y que va a significar la obra vial más importante en los últimos 50 años en la región.

- De estos ejes que me marcó, ¿qué falencias están viendo en Tucumán?

- Estamos concretando una inversión de más de $90.000 millones en algo más de 300 proyectos y obras que se están ejecutando -muchos de ellos- y se están licitando. Un ejemplo es el acueducto Vipos. Es un acueducto de más de $1.000 millones que va a permitir en más de 50 kilómetros llegar con agua a distintas localidades de la región. También estamos licitando el tramo entre Famaillá y Monteros, de la ruta 38, que son unos 20 kilómetros que vamos a transformar en una autopista. Sabemos que ha sido una ruta muy peligrosa, que ha tenido muchas víctimas. La posibilidad de transformar eso es muy importante. Y Tucumán, por decisión del Presidente de la Nación, por el jefe de Gabinete de Ministros es, sin dudas, una de las provincias donde estamos garantizando la mayor inversión en obra pública en la historia de nuestro país.

- ¿Cómo se garantizan $90.000 millones con la inflación, la deuda del FMI y sin Ley de Presupuesto?

- Estos $90.000 millones están convenidos. Están en el presupuesto nacional o en el Decreto de Necesidad de Urgencia que se dictó. Son partidas presupuestadas que están ya comprometidas y asignadas. La obra pública fue una palanca muy importante en la recuperación de la economía y en la generación de empleo, y que hoy vuelve a ser una prioridad para que la Argentina pueda encaminar su economía. Venimos de más de 20 meses de recuperación del sector de la construcción y hay una decisión del Presidente de la Nación de que la obra pública en Argentina no se frene. Eso no se negocia. Ya nos pasó que en la Argentina, en 2018, en la negociación que tuvo el Gobierno anterior con los organismos internacionales, que se eliminó de cuajo la obra pública. Así nos fue. Así le fue a la Argentina cuando se suspendió, se paralizó y se desfinanció todas las obras, los puentes, las escuelas... Aquí en Tucumán se paró la obra en Trancas y las pocas obras que tenía la Provincia. Bueno, hay una decisión del Gobierno nacional de seguir apostando a la obra pública como motor del desarrollo de nuestro país.

- Tras los cruces con Cristina Fernández, ¿cómo está el Presidente y cómo cree que va a ser su relación en este año y medio que queda de mandato?

- Hay una decisión del Presidente y de la Vicepresidenta de sacar al país de la situación en la que está. Nos tocó gobernar la Argentina en un momento muy duro, con pandemia, con mucho dolor y ahora con una guerra. El peronismo, el Presidente, la Vicepresidenta, el jefe de Gabinete de Ministros y todos los gobernadores están muy cohesionados en poner el esfuerzo en lo principal. La crisis nos obliga a poner como prioridad lo principal. Y lo principal hoy en la Argentina es estabilizar esta situación que estamos viendo en estas horas. No permitir que algunos vivos, que algunos sectores de la economía terminen obteniendo ganancias y rendimientos extraordinarios sobre la base del empobrecimiento de los argentinos. Por eso la firmeza de la ministra de Economía en estos momentos, controlando de alguna manera las variables de la macroeconomía. Pero fundamentalmente el gran desafío que tenemos es poner al peronismo como expresión política, que genere hacia adelante un mensaje muy claro. Y el mensaje es: atravesamos cuatro años muy difíciles y ahora estamos preparados. Tenemos las herramientas, están las condiciones dadas para que la Argentina pueda desarrollarse y pueda cumplir con todos los objetivos y las metas que se está proponiendo.

- Las discusiones fueron públicas. ¿Por qué se llegó a ese punto?

- Porque somos una coalición y porque hay sectores que tienen posiciones y visiones diferentes sobre algunos temas. Pero lo principal en lo sustantivo, a la hora de discutir cuál es el modelo y cómo sale la Argentina adelante, en ese plano no hay fisuras, no hay matices y no hay diferencias.

- ¿Considera que comienza una nueva etapa?

- Me parece que hay una oportunidad. Que tal vez es la última que tenemos en nuestro país de reencauzar este momento de la economía y que el peronismo tiene la fuerza y la capacidad suficiente de los gobernadores, los intendentes, del Presidente y de la Vicepresidenta para poder pasar este momento difícil.

- ¿Cuántos ministros albertistas hay hoy en el gabinete?

- El albertismo y el cristinismo son categorías que propone la oposición, aquellos que quieren dividirnos. Nosotros somos parte del peronismo, de un proyecto nacional y estamos hoy alineados detrás del Presidente y de la Vicepresidenta siempre, por supuesto, de la decisión del Presidente de ir tomando las medidas. Las decisiones que permitan tener un Gobierno más cohesionado, un equipo de trabajo más perfilado según la etapa y el momento que estemos transcurriendo.

- ¿Qué dinámica puso Manzur desde su llegada a Nación?

- Me parece que hoy hay un jefe de Gabinete de Ministros que ha asumido sus responsabilidades en un momento muy crítico del país. No solo está acompañando al Presidente en este momento tan delicado, sino que tiene una responsabilidad enorme a nivel nacional. Es uno de los dirigentes nacionales más importantes que tiene el peronismo para dar las discusiones, para dar los debates y, fundamentalmente, para poder representar y expresar lo que el peronismo tiene que expresar para adelante.

- ¿En que lugar lo ve a Manzur para 2023?

- Me parece que todavía hablar para 23, de candidaturas, es lejano, pasando en la calle y cuáles son las preocupaciones de la gente. La sociedad nos está demandando que nos ocupemos exclusivamente -y sin ninguna distracción- de sus preocupaciones: cómo generamos trabajo, cómo logramos encaminar y encauzar la recuperación del a economía, y cómo, en mi caso, puedo garantizar que todas esas inversiones se concreten y materialicen de la manera más rápido posible.