Queda claro que el ciclo de Michael Cheika como head coach de Los Pumas recién comienza y que el equipo tiene varios aspectos de su juego que mejorar en el año que queda hasta el Mundial de Francia, pero no se puede dejar de destacar la capacidad de reacción del seleccionado argentino para retomar el control de un partido que parecía haberse ido de las manos al comenzar el segundo tiempo y darlo vuelta con un final a pura garra. El 34-31 final fue una recompensa a esa voluntad de nunca bajar los brazos y seguir intentando.
Acusando recibo de la superioridad que había mostrado el equipo europeo en la revancha, el entrenador Michael Cheika había delineado una formación con una fisonomía muy distinta (11 variantes), pero el golpe de efecto no fue el deseado. Si bien Los Pumas tuvieron algunos momentos de protagonismo, volvieron a mostrar signos de una defensa endeble, tanto en la cobertura de espacios como en la contundencia del tackle. Y así, Escocia se abrió paso hasta el ingoal en casi cada oportunidad que empujó a la defensa argentina atrás de su línea de 22.
Como en Salta, el Cardo cacheteó a Los Pumas en el inicio del complemento con dos tries que desnudaron esas fallas, uno por el centro y otro por la punta. Con mayor porte físico, Escocia se fue imponiendo en el contacto y sacando una ventaja de 15 puntos que hacía presagiar un cierre adverso. Sin embargo, los cambios le dieron otro empuje a Argentina, sobre todo el de Gonzalo Bertranou por Lautaro Bazán Vélez. El cordobés, veterano del seven pero debutante en el seleccionado de 15, no logró imponerse como el conductor que sí es el mendocino, veloz para relanzar el juego y criterioso para saber cómo y por donde conducirlo. Tras la rápida réplica con el try de Nahuel Tetaz Chaparro (que puso a Los Pumas otra vez en partido), el propio Bertranou completó una jugada algo desordenada pero igualmente efectiva por la punta.
Y ahí, sobre el final, apareció la garra Puma. Ese último cuarto de hora fue todo argentino, tanto de los jugadores como del estadio completo, que empujó desde afuera. Los Pumas lo buscaron y en la última jugada abrieron hacia la punta para que Emiliano Boffelli asestara el try del triunfo en tiempo cumplido. Un final tremendo para una gira que parecía haberse torcido después de ese buen primer capítulo en Jujuy.
Para destacar, el concepcionense Matías Orlando cumplió 50 partidos con Los Pumas, y lo celebró con otra sólida actuación. En contrapartida, el tucumano Tomás Albornoz fue el único de los suplentes que no ingresó. En ese sentido, Cheika parece seguir la línea de su antecesor en darle todas las oportunidades posibles como apertura a Santiago Carreras, también de buen partido pero que todavía se está acomodando a un puesto que no le resulta natural.
Quedan exactamente tres semanas para el inicio del Rugby Championship, donde Los Pumas enfrentarán a rivales que están un par de escalones por encima de Escocia. Por lo pronto, ya tienen un mapeo de qué aspectos deben corregir y cuáles fortalecer.