NACIONES UNIDAS.- Brasil está buscando comprar todo el diésel que pueda de Rusia y los acuerdos se están cerrando “más pronto que ayer”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Carlos Franca, sin dar más detalles sobre las transacciones.
“Tenemos que asegurarnos suficiente diésel para la agroindustria brasileña y para los conductores brasileños”, afirmó Franca durante una visita a las Naciones Unidas, en Nueva York. “Es por eso que buscábamos proveedores de diésel seguros y muy confiables, Rusia es uno de ellos”.
Brasil está buscando comprar “todo lo que podamos” de Rusia, dijo. No aclaró cómo Brasil compraría diésel ruso sin enfrentarse a las sanciones occidentales impuestas a Moscú por su invasión a Ucrania el 24 de febrero.
Cuando se le preguntó si hubo algún rechazo occidental sobre el plan para comprar diésel de Rusia, Franca dijo: “No lo creo”.
“Rusia es un socio estratégico de Brasil. Somos socios en BRICS”, afirmó, refiriéndose al grupo que comprende a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, un bloque visto como una poderosa alternativa de mercado emergente a Occidente.
“Dependemos en gran medida de la exportación de fertilizantes de Rusia y también de Bielorrusia. Y, por supuesto, Rusia es un gran proveedor de petróleo y gas. Puede preguntarle a Alemania. Puede preguntarle a Europa”, dijo.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ya había anticipado, el lunes, que tenía cerrado un acuerdo con Moscú para comprar diésel mucho más barato, en lo que parece ser el último beneficio tangible derivado de su relación amistosa con el presidente Vladimir Putin.
Bolsonaro ve derrumbarse las ilusiones de una reelección, con índices de rechazo que lo dejan muy por detrás en las encuestas de su rival, el ex presidente Luis Inácio Lula da Silva, antes de las elecciones de octubre.
“Cuando fui a Rusia (en febrero pasado) conseguí fertilizantes para el agronegocio y ahora está casi cerrado un acuerdo para que compremos diésel más barato de Rusia”, señaló el mandatario a un grupo de simpatizantes a las puertas de su residencia oficial, en Brasilia.
Desde el estallido de la guerra en Ucrania, el 24 de febrero, el líder ultraderechista brasileño mantiene una posición de “equilibrio” con respecto a la invasión militar rusa y se ha mostrado crítico con el cerco de sanciones económicas impuesto por Occidente al gobierno de Putin.
Bolsonaro también ha agradecido en diversas ocasiones a su homólogo ruso, con el que ha estrechado lazos en los últimos meses, por defender la soberanía brasileña sobre la Amazonia.
Brasil no es el único país que está comprando combustible ruso, pese a las presiones de Estados Unidos. India, China y ahora Sri Lanka, hacen oídos sordos a las sanciones de Occidente. (Reuters-Especial)