Por Bruno Farano
12 Julio 2022
En el vestuario visitante del estadio de Atlético de Rafaela, mientras en La Ciudadela intentaban encontrarle el lado positivo al empate, los jugadores se juramentaron recuperar el nivel cuanto antes.
Durante la semana, los jugadores habían declarado en consecuencia. “Debemos mejorar”, fue el mensaje que más se escuchó en el complejo “Natalio Mirkin”; y el equipo fue otro en la fría noche de lunes. Mostró otro semblante, estuvo lúcido, contundente, demostró que está listo para ir en busca del casi infalible líder Belgrano e hizo vibrar a sus hinchas.
Pablo De Muner tomó nota de los errores que sus pupilos habían cometido en los últimos duelos y apostó al cambio de nombres y de dibujo para revertir lo mostrado en las últimas puestas en escena y el plan resultó perfecto.
San Martín mostró un apetito voraz desde el primer segundo de juego y ese fue el primer indicio que la recuperación estaba en marcha.
Pese a que el rival en ningún momento demostró estar a la altura de las circunstancias, el “Santo” salió decidido a plantar bandera rápido. En otro momento, el partido tal vez se le hubiera hecho cuesta arriba por lo poco que propuso la visita. Pero con el cambio de mentalidad todo fue mucho más sencillo.
Con Tino Costa parado como organizador, Juan Imbert y Federico Jourdan como piezas flexibles y sumando a los laterales a posición ofensiva en todo momento, el local salió convencido de que debía copar el área de Nicolás Temperini y pegar de entrada.
El gol de Imbert fue una clara muestra de ello. En ese avance, el “Santo” metió cuatro jugadores dentro del área para buscar el preciso centro de Lucas Diarte.
El 1-0 no modificó en absoluto la postura de un dueño de casa que quería dejar en claro que había recuperado su mejor versión. Por eso, San Martín siguió volcado en ofensiva, tratando de sostener el juego vertiginoso pero pensante.
La presión por tener que ganar debido a los resultados que se habían registrado en la fecha (la victoria del “Pirata” y de Instituto” tampoco la sintió. Juan Miritello marcó el 2-0 antes del cierre del primer capítulo y estuvo cerca de estirar a un gol más la diferencia. Y con eso, el segundo tiempo sólo sirvió para que el “Santo” se floreara y ratificara que está en el camino de salir con todo en busca de la heroica.
Con el resultado y el trámite a su favor, fue en busca de más y rápidamente se puso 4-0. Tino, de penal y Miritello, tras una buena jugada asociada sentenciaron un partido que hacía rato estaba definido.
Pudo haber marcado más goles; sí. Esa quizás haya sido la única “falencia” de la noche. Porque con el triunfo en el saco, varios apostaron a aportar su gol a la estadística.
Pero eso poco importa. Lo más importante es que el mejor San Martín está de regreso.
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