En el programa Podemos Hablar hay espacio para todo tipo de anécdotas. Anoche quedó confirmado con la visita de Agustina Kampfer, que terminó contando dos episodios tan llamativos como variados.
El primero se refirió a un papelón que protagonizó en 2013 en el velatorio de Nelson Mandela, como pareja de Amado Bodou, en ese entonces vicepresidente.
“Era el velorio de una persona muy influyente en la política. Estábamos en un salón rodeados de la gente que decide las fronteras, los acuerdos de paz, las guerras. Y la verdad es que nadie me hablaba a mí”, arrancó su historia ella. Luego, recordó que en un momento una señora “muy amorosa” se le acercó y le preguntó si había pasado a ver el cuerpo del difunto.
“Por esas cosas de lengua larga, sentí cierta confianza para decirle lo que yo pienso acerca de la muerte, de las tradiciones… que esa persona ya no estaba ahí en ese cuerpo, y lo absurdo que encuentro la cultura que tenemos de en vez de celebrar la existencia, lloramos su partida”, compartió.
“Tenés razón, mi marido ya no está en ese cuerpo”, le respondió la mujer con empatía, y Kämpfer quedó petrificada. “Era la viuda, y yo hablando lo que nadie me preguntó. Por suerte no la ofendí. Era la viuda de Nelson Mandela”, reveló sobre Graça Machel, la última esposa del activista contra el apartheid.
La historia de la placenta
Al igual que Juana Repetto en el mismo programa unas semanas atrás, Kämpfer contó que guardó la placenta de su hijo Juany que la utilizó para una gran cantidad de cosas durante estos años.
“A mi placenta la guardé en el freezer. Después hice muchas otras cosas. Te diría que lo más lindo que hice es una impresión que la llaman ´el árbol de la vida´. La placenta con el cordón, cuando la apoyan sobre una lámina de papel, queda la sangre dibujada como si fuera un árbol. Entonces van pasando la placenta de papel en papel hasta que ya no queda sangre y te queda el árbol de la vida con el primer hogar de tu hijo, que fue tu vientre”, contó. “Para mi es la más linda obra de arte”, explicó luego y reconoció que no lo pudo colgar todavía porque son muy grandes y no tiene el espacio necesario en su casa.