En una final inesperada para Wimbledon, el serbio Novak Djokovic se consagró bicampeón y alcanzó su séptimo título en la Catedral del tenis. El australiano Nick Kyrgios vendió cara su derrota, pero su nivel se fue desmoronando a lo largo de las tres horas que duró el juego.
A los 27 años, el australiano jugó su primera final de Grand Slam y sorprendió con su saque durante todo el partido. En base a concentración, se quedó con el primer set por 6-4.
Para el serbio, de 35, esta era la octava vez que llegaba a una definición en el mítico court central del All England, en donde se pasea como por el patio de su casa.
"Nole" alargó así su racha de imbatibilidad en Wimbledon a 28 partidos con mucha frialdad, tras verse eclipsado en un primer set dominado por el saque de Kyrgios.
Además, Djokovic aumentó su racha de Grand Slam en individuales a 21, uno menos que el plusmarquista masculino Rafa Nadal.
Volviendo a la final en sí, Kyrgios jugó un tenis brillante en un primer set de 31 minutos en el que Djokovic no pudo ofrecer su mejor servicio.
Pero Djokovic elevó su nivel para romper el servicio del australiano al principio del segundo set y empezó a tomar el control mientras el volátil temperamento de Kyrgios empezaba a mostrarse en el calor de la tarde.
Cuando el australiano cedió el servicio desde el 40-0 en el 4-4 del segundo set y Djokovic aguantó para ponerse a un set de la victoria, el australiano pareció estar a punto de perder el control mientras despotricaba con el palco.
Kyrgios volvió a centrarse en un cuarto set en el que ninguno de los dos jugadores vio un punto de quiebre, pero su sueño de convertirse en el primer campeón de Grand Slam masculino de Australia en 20 años se evaporó cuando su juego se vino abajo en el tiebreak.