Hacía un buen tiempo que las principales tendencias de Twitter no reflejaban el espíritu de una fecha patria. Para sorpresa de muchos, durante toda la mañana estuvieron orbitando palabras como “9 de Julio”, “Tucumán”, “provincias unidas”, “Tedeum” y “Casa Histórica” como los temas de mayor relevancia en dicha red social, que suele marcar el clima político de la mayoría de los días. El feriado, evidentemente, no existió para quienes gozan de compartir sus pareces en la web mientras un acontecimiento se va desarrollando en tiempo real.
Algunos dirán que la pandemia obró como contexto para motivar a una reactivación patriótica en Twitter. Después de dos años de restricciones, Tucumán volvía a ser capital de la independencia para todo el país y a la fiesta estaba invitado el pueblo. Las expectativas eran obviamente altas. Pero como al círculo político goza de ver en dicha red lo que le interesa, es más probable que la ansiedad haya motorizado las tendencias de las últimas horas.
Ansiedad no por rememorar el gesto patriótico de los integrantes del Congreso de Tucumán, sino por ver en público a un presidente duramente golpeado después de una de las peores semanas de su gestión. La fecha del feriado y la provincia se convertirían en escenarios de la reaparición de la máxima autoridad política y sus palabras eran esperadas tanto por sus seguidores como por sus máximos adversarios.
A pesar de la inquietud por escuchar el discurso de Alberto Fernández en la Casa Histórica, no fueron sus palabras las que marcaron el ritmo de los intereses en las redes. Minutos antes de que el mandatario pisara suelo tucumano, ocurrió un hecho que puso a la provincia en las pantallas de todos los que seguían los pormenores de la cumbre política que se estaba desarrollando en el centro de nuestra capital.
“¿Por qué se deja gobernar por la Cristina?”, planteó un niño ante la consulta de dos periodistas de C5N que recorrían las calles a la espera de Fernández y que les preguntaban a los menores qué le dirían al presidente si tuvieran la oportunidad de conocerlo. La sencillez, la sinceridad, la inocencia de un alumno escolar de no más de 10 años explotó en todas las redes y grupos de Whatsapp. El hecho ocurrió en vivo y en un canal amigable para el oficialismo. Un gesto inesperado para los profesionales que luego entrevistarían al presidente en el patio de la Casa más dibujada por los estudiantes. Así como la espontaneidad del niño estuvo en evidencia, también lo estuvo la incomodidad de la cronista quien rápidamente buscó una respuesta más acorde al festejo oficial.
A pesar de la simpatía del pequeño, no todo fue celebración en las plataformas sociales y las palabras de monseñor Carlos Sánchez también se hicieron eco en las redes. Según la aplicación Crowdtangle, que analiza las interacciones volcadas en Facebook, las palabras de la máxima autoridad católica en la provincia marcaron tendencia nacional. Como es tradicional, el arzobispo de Tucumán pronunció su homilía en el Tedeum ante los principales dirigentes y allí alertó sobre la grave crisis económica que atraviesan los argentinos. “En muchas familias falta el pan cotidiano y el trabajo digno”, sostuvo, frase que recibió más de 700 interacciones entre comentarios, “me gusta” y reacciones de los seguidores de LA GACETA en la mencionada red. La advertencia también tuvo eco en medios nacionales, quienes apuntaron que el presidente no estuvo presente en la Catedral tucumana para esta celebración.
Mientras los políticos tucumanos se recuperaban del cachetazo de Sánchez, en Twitter escalaron posiciones convocatorias que luego ocuparían el podio de las tendencias del día. #9JTodosALaCalle, #9J y #Yovoy fueron algunas de las consignas con las que se convocó a través de las redes a una movilización en distintos puntos del país. Estas manifestaciones estaban planteadas en contra del gobierno de Alberto Fernández y fueron lanzadas desde sectores opositores al gobierno, tanto desde aquellos vinculados a Juntos por el Cambio como también por dirigentes de izquierda quienes habían convocado a una marcha hacia la Plaza de Mayo.
Ya es sabido que las redes no reflejan la totalidad de las voces y que protagonizar sus conversaciones también supone una condición de privilegios. Sin embargo, hoy los algoritmos ponderaron la expresión crítica de algunos sectores que sintetizaron un clima cuya emergencia data mucho más que hace una semana y que nadie sabe cuándo tendrá su punto de ebullición.