El presidente, Alberto Fernández, dijo ayer en el barrio Manantial Sur que el Gobierno está comprometido en “trabajar incansablemente hasta lograr que cada familia tenga un techo y pueda vivir dignamente y sin tener que pedir prestado o alquilar”. “Ese es el objetivo que nos hemos propuesto, pero para hacerlo -advirtió- necesitamos de la decisión de los gobiernos provinciales”. El primer mandatario entregó después de participar de los actos centrales por el Día de la Independencia, 100 casas en el complejo habitacional del sur de San Miguel de Tucumán.
Se trata de una primera parte del programa de reconstrucción de 952 viviendas que quedaron abandonadas en el 2017 al suspender la Nación -según se informó- el envío de los importes correspondientes al financiamiento de la obra, la que tenía un avance del 90%. También firmó la entrega de cinco créditos Procrear de un total de 15 previstos para familias de los alrededores de la Capital.
Manantial Sur comprende 2.500 casas que se comenzaron a construir en 2013. En una primera instancia se entregaron 1.161. Fernández responsabilizó al ex presidente Mauricio Macri de haber tomado la decisión de paralizar la obra. “¿Por qué alguien es capaz de hacer semejante cosa? ¿Por qué tuvo poco corazón al dejar de construir 900 casas que están prácticamente terminadas y decidió abandonarla? ¿Qué mueve a esa persona que decide semejante cosa? ¿Cuál es el corazón de esa persona?, se preguntó.
“Cuando digo que no hay nada más gratificante que entregar las llaves a una familia, es porque veo en los niños llantos que brotan al poder sentir el sueño que parecía que jamás iban a lograr” añadió. Fernández observó que en las casas que entregó se encuentra el Estado “porque estas no las hacen los bancos”. Y remarcó: “cuando las hacen los bancos los créditos se llaman UVA y la gente se queda hipotecada por toda la vida”.
Observó enseguida que “para que estas viviendas puedan existir hacen falta estados que no tengan ningún empacho en decir que tienen que ir en socorro de los que menos tienen para que estos puedan vivir dignamente como cualquier ser humano”.
Fernández explicó que no resultó fácil instrumentar la reconstrucción de las viviendas abandonadas. “Si hacía falta una ventana en una casa que ya se la había pagado, era complicado volver a pagarla porque nos ponía en una situación compleja”, dijo. En ese sentido elogió la tarea que tuvo el diputado Sergio Massa en la instrumentación de una ley “en la que trabajó mucho para que podamos hacer esto que es reconstruir algo que comenzó Cristina, que Macri decidió no seguir y que nosotros decidimos terminar, por los argentinos”.
“Venimos a reparar para que nunca más en la Argentina nos vuelva a pasar ese dolor que tiene que ver con algo que no fue casual sino premeditado. Se abandonó lo que se había comenzado a soñar y que es la casa propia” remarcó el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi.