Por Nicolás Sánchez Picón
09 Julio 2022
LA LIBERTAD DE FONDO. Tucumanos y turistas se concentraron en plaza para festejar y recibir el 9 de julio. LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ
Por un rato, el ambiente volvió a ser como antes, como ya casi no recordábamos: miles de banderas argentinas flameando y una multitud celebrando la patria. Así podemos resumir, a grandes rasgos, lo que se vive en la plaza Independencia. Y es que por primera vez en tres años, toda su extensión y las calles aledañas se ocuparon por 45.000 personas -según organizadores- que se acercaron con un motivo: festejar un nuevo aniversario de nuestra independencia. Todo empieza cerca de las 18. Celosamente, cientos de personas comienzan a llegar a la plaza. En un abrir y cerrar de ojos, ya hay una multitud. Y hay de todo: familias enteras, nietos y abuelos, grupos de amigos, parejas... Nadie quiere quedarse afuera de este primer festejo “pospandemia”.
El centro de la atención es la explanada de Casa de Gobierno, donde hay un escenario para recibir a artistas provinciales y nacionales que llegan para animar la noche. Pero no es todo: alrededor de la plaza hay una gran feria gourmet y de artesanías; y eso atrae todavía a más personas. En tanto, todo está teñido de celeste y blanco: hay banderines colgados de punta a punta en las calles colindantes, muchas banderas en todas sus formas y hasta los colores de la plaza y de la Casa de Gobierno, están a tono con el evento.
Una fiesta
Mientras los minutos corren y la luna tucumana llega a protagonizar la velada, por el escenario pasan el Ballet Folclórico Yanasu, la Yunta y los Avelinos 3G, entre otros grupos. Al mismo tiempo, las personas que van llegando se acercan a los puestos de comida: locro a $ 300, shawarma a $ 600, jugos a $ 250... Hay para todos los paladares y para todos los bolsillos; el alimento también es protagonista de la fiesta.
Pasadas las 21.30 casi todos los presentes se agolpan cerca del escenario: por allí ya no cabe un alfiler y, mas o menos, el público cubre la mitad del predio -incluidas las calles-. Es que llega ella: Gladys, la Bomba Tucumana. Con sus éxitos, hace bailar a todos. Ni el gobernador, Osvaldo Jaldo, puede resistirse y saca algunos pasos con la cantante.
Más tarde llega el turno de Marcela Morelo, que hace un repaso por todos sus hits. Todo está bien, pero en algunas ocasiones debe hacer pausas: o porque un niño se perdió, o porque hace falta una ambulancia. De esas dos situaciones hubo y habrá durante la noche. En un abrir y cerrar de ojos su concierto ya está por terminar, pero el público le pide una mas. A las 23.50 suena el último acorde y todo empieza a disponerse para el momento más esperado de la noche.
Momentos culmines
El tiempo pasa con normalidad y las 00.00 llegan en silencio. Más o menos. Es que dos minutos después, los fuegos artificiales que salen de Casa Histórica hacen saber a los presentes que el 206 cumpleaños de la patria ha llegado. Y aunque más que nunca las banderas flamean, el himno no llega. Se escuchan muchos “¡Qué viva la patria!”, pero pasarán varios minutos hasta que un piano haga sonar la canción Patria.
A las 00.21 Marcela Morelo y Axel entonan el Himno Nacional Argentino. En el escenario también están el gobernador, el jefe de gabinete, Juan Manzur, y otros funcionarios provinciales y nacionales. Mientras ellos cantan, en el público hay de todo: están los que se van, los que llegan para ver los números que faltan y los que, con la mano en el pecho, honran la Independencia.
Cuando termina el himno, ruidosos fuegos artificiales salen desde Casa de Gobierno y pintan de colores el cielo, mientras los locutores y los artistas piden cantar juntos el “Cumpleaños feliz” a la Argentina. Una vez recibido este nuevo aniversario, la fiesta continua. Se siente todavía ese ambiente a festival, ese que, evidentemente, los tucumanos extrañaban. Más tarde subirán al escenario Axel y el Chaqueño Palavecino; a su término, todo vuelve a ser calma, a esa que ya nos estábamos acostumbrando.
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