El concepto de economía circular, a partir de la experiencia de la firma tucumana Trigotuc

El concepto de economía circular, a partir de la experiencia de la firma tucumana Trigotuc

El modelo productivo pasa porque nada se pierda, sino que todo se transforme.

PLAN. Todo grano que produce Momba-Trigotuc se aprovecha: se vuelve alimento humano y animal, biocombustible y recursos para mantenimiento del suelo. credito PLAN. Todo grano que produce Momba-Trigotuc se aprovecha: se vuelve alimento humano y animal, biocombustible y recursos para mantenimiento del suelo. credito
09 Julio 2022

La Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) realizó la presentación “Economía circular a partir de los granos con la experiencia de la empresa tucumana Trigotuc”.

La disertación estuvo a cargo de Marcelo Juárez, responsable del área Procesos Productivos de Molino Trigotuc, con la conferencia “La nueva Biorefinería a partir de granos de la región: un modelo sustentable de economía circular”. Moderó la presentación Marcelo Ruiz, director asistente de Tecnología Industrial de Eeaoc.

“Nuestra Institución considera muy importante la difusión del concepto de la economía circular, ya que se trata de un nuevo modelo de producción y de consumo, que garantiza un crecimiento sostenible en el tiempo. Con la economía circular promovemos la optimización de recursos, la reducción en el consumo de materias primas y el aprovechamiento de los residuos, reciclándolos o dándoles una nueva vida para convertirlos en nuevos productos”, puntualizó Ruiz.

Añadió que el objetivo de la economía circular es, por tanto, aprovechar al máximo los recursos materiales de los que se dispone, alargando el ciclo de vida de los productos. “La idea surge de imitar a la naturaleza, donde todo tiene valor y todo se aprovecha; donde los residuos se convierten en un nuevo recurso. Así, se logra mantener el equilibrio entre el progreso y la sostenibilidad y se obtiene un aumento del valor agregado en origen de las materias primas”, dijo.

Subrayó que, a raíz de ello, la difusión del modelo implementado por la empresa Molinos Trigotuc SA constituye un modelo a imitar en la región.

Que nada se pierda, que todo se transforme, es el modelo productivo en la senda de la bioeconomia que lleva adelante la empresa Momba-Trigotuc.

El lento, pero inexorable avance hacia una agricultura más comprometida con las modalidades de la bioeconomía tiene ya algunos casos testigo también en Tucumán. Estos modelos de negocio, que tienen en la biomasa el primer eslabón productivo, despliegan sus oportunidades por medio del agregado de valor en zona de su producción primaria, mediante su transformación en alimentos, en energías limpias, en bioproductos y en aprovechamiento de residuos.

“Ejemplos de mayor envergadura encontraremos en gradual desarrollo en las industrias sucroalcoholera y citrícola. No obstante hay otros -de menor escala, pero quizá más redondamente ejemplares- que empiezan a sumar esfuerzos en este sentido”, indicó Ruiz.

Tal es el caso de Momba SA, un emprendimiento de cuya descripción nos ocupamos en esta nota. Se trata de una empresa familiar, inicialmente agrícola -hoy, agropecuaria-, que desde hace más de 10 años ha ido integrando las actividades de producción, de procesamiento y de reutilización de derivados en un proceso de economía circular, de modo que todo lo que se produzca en el campo -en su caso, trigo, sorgo, soja y maíz- se aproveche productivamente sin desperdicios y con valor agregado.

Desde su inicio con la agricultura hace 40 años en un campo de 100 hectáreas, la familia Barinaga ha ido evolucionando hasta poseer 8.700 hectáreas para uso agrícola, distribuidas en tres campos, ubicados en las localidades de Cañete y 7 de abril (Tucumán) y en Isca Yacu (Santiago del Estero).

Todo el grano que producen se transforma y se aprovecha industrialmente, convirtiéndose en alimento humano y animal, en biocombustibles y en recursos para la reparación y para el mantenimiento de las condiciones del suelo de sus campos. A la actividad agrícola, por ende, fueron sumando las instalaciones necesarias para ese proceso de agregación de valor, localizadas estratégicamente para un mejor aprovechamiento logístico y de gestión.

Así se conformaron dos firmas, Momba SA y Trigotuc SA, que operan bajo la misma administración: mientras la primera atiende lo que corresponde a la agricultura, ganadería y producción de alcohol de maíz, bajo la segunda operan un molino harinero y la producción de alimento balanceado para animales, de biodiesel y avícola.

“Momba es la empresa madre, con la que comenzamos con todo esto. Hacemos todo por administración. Gestionamos todo nosotros, desde la clasificación de semillas hasta la cosecha, y agregamos valor a la producción primaria”, contó Manuel Barinaga. Añadió que se plantean el objetivo de darle valor agregado en origen a los granos, con lo cual evitan llevar a puerto, con lo que implica eso en costos y fletes. “Obviamente, esta mirada implica mucho sacrificio, trabajo e inversiones. Pero es lo que hemos elegido como empresa”, dijo. Todas estas notas pueden verse en la revista de la Eeaoc Avance Agroindustrial.

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