La Secretaría de Hacienda de la Provincia, a cargo de Fernando Enrique Solórzano, impulsó una importante obra de conservacionismo patrimonial tras llevar adelante la reparación y mantenimiento del reloj inglés que ornamenta la fachada del tradicional edificio de la repartición del Ministerio de Economía de Tucumán desde hace 94 años.
La intendenta del edificio de la Secretaria de Hacienda, Adriana Bazán, se refirió a los trabajos desarrollados para la nueva puesta en funcionamiento del reloj que corona el frente del edificio del ex Banco Provincia, ubicado en Laprida y San Martín, que es patrimonio provincial y nacional, y que fue fundado un 14 de abril de 1928.
“Dentro de su ornamentación y arquitectura, el edificio tiene un reloj en el frontis que vinimos manteniendo, pero, por el fallecimiento del técnico que lo hacía, tuvimos que contratar a otro relojero que se encargue de su funcionamiento. Es un reloj antiguo y no cualquier relojero lo puede reparar”, dijo; y agregó que "el dispositivo fue reparado y puesto en funcionamiento".
“Estamos frente a la Plaza Independencia. La población tiene la costumbre de controlar la hora cuando pasa por el paseo o mientras toma un cafecito en un bar. Todos nos preguntaban qué pasaba que el reloj no funcionaba. Este trabajo es muy importante para el Estado, para la provincia y para el turismo. Es sentar un precedente para que todos los relojes monumentales de Tucumán puedan volver a funcionar”, contó.
Además, la arquitecta dijo que “el reloj es bastante voluminoso. Fue fabricado en Londres. Funciona con un péndulo de bronce. Todas sus partes, cadenas y cuerdas, están diseñadas especialmente para este edificio. Es necesario darle cuerda una vez a la semana para que permanezca en funcionamiento”.
A su vez, Bazán dijo: “Trasmitimos a la gente de que todo lo que tenemos hay que valorar y cuidar. Todos los empleados del edificio estamos pendientes y tratamos de cuidarlo para que mantenga el valor que tiene”.
Trabajo artesanal
El relojero, Omar Martoni, contó: “soy especialista en relojería antigua y relojería gruesa. Es decir, de relojes de edificios, de pared y de pie”.
El técnico dijo que el mantenimiento del dispositivo fue complejo: “Un desafío muy grande porque no hay repuestos de este reloj. Todo se hace artesanalmente, con uso de limas y a mano. El reloj tiene un sistema de cadena y cuerdas, que estaban cortadas por lo que fueron reparadas. Se restauró toda la máquina y se repasaron todas las ruedas. Ahora está andando”.
Sobre este patrimonio, dijo: “esto es la historia de la provincia. Muchos están cambiando los relojes mecánicos por electrónicos. A mí me gusta darles vida a los relojes que tienen mucho tiempo para que quede su legado”.