Con la educación inclusiva y de calidad, y la participación activa de la comunidad educativa en instancias de capacitación y promoción como ejes del debate, se realiza en nuestra ciudad -por sexto año consecutivo- el Congreso internacional de Educación. “La propuesta fundamental es aportar nuevas miradas estratégicas sobre la innovación educativa para repensar y transformar no sólo modelos educativos, sino también momentos que rodean a la práctica de enseñanza-aprendizaje, para poder lograr un alcance integral”, detalla la página del Ministerio de Educación de la Provincia.
El evento se inauguró el martes y culminará hoy. Disertantes locales y del extranjero brindan su aporte y sus experiencias para que supervisores, directores, docentes y estudiantes de todo el territorio provincial puedan compartir, ampliar y enriquecer la mirada de la realidad educativa.
En el acto de apertura participaron más de 200 estudiantes que deleitaron con un gran espectáculo. El ministro de Educación provincial, Juan Pablo Lichtmajer, y el titular del Ente Tucumán Turismo, Sebastián Giobellina, dieron inicio a esta jornada tripartita que llevó el lema “La educación del mundo se reúne en Tucumán”.
“Por primera vez en la historia del Ministerio de Educación crearemos un Centro de Convenciones congregando en un solo lugar a toda la familia educativa de la provincia”, detalló la página del Ministerio. La primera jornada de conferencias reunió ayer más de 30.000 educadores y estudiantes en el hipódromo. Distribuidos en cuatro carpas, asistieron a las charlas a la mañana -de 8 a 11.30- y a la tarde -de 14 a 17.30. Este formato se repite hoy para así concluir con la sexta edición del Congreso Internacional de Educación.
Para llevar a cabo esta tarea, el Congreso contó con la participación de 20 educadores -locales y extranjeros- que brindaron distintas perspectivas acerca de cuáles son los mayores desafíos que enfrenta la educación hoy en día y cuál es el mejor modo de enfrentarlos.
Borrar barreras
Entre ellos, la colombiana Sidney Carolina Bernal Villamarín planteó a LA GACETA: “el principal desafío es el de fortalecer el trabajo en equipo entre estudiantes, familias, docentes y directivos. Articular ese trabajo es un desafío porque a veces tenemos diferentes ideas. Además es importante que reconozcamos las realidades de cada una de las regiones; la educación está en el territorio”. La doctora en Educación Inclusiva y Magister en Tecnologías de la Información aplicadas a la Educación fundamentó que la mejor manera de afrontar esta tarea: “es escuchando a los actores -como primer paso- y que las entidades directivas tomen decisiones a partir de eso”.
Bernal Villamarín enseña a adolescentes con discapacidad auditiva y, con su conocimiento en ingeniería informática -es también licenciada en Diseño Tecnológico-, desarrolló un sistema inteligente que reconoce la voz y la traduce a lenguaje de señas.
Como maestra, en su escuela aplicó estos proyectos a niños con pérdida auditiva y junto con sus alumnos creó tres aplicaciones móviles. En su tesis de Doctorado sobre Educación Inclusiva desarrolló el proyecto de un aula virtual para potenciar la formación de estudiantes universitarios sordos.
Por su parte, la ganadora del Global Teacher Prize 2021, Keishia Thorpe, enseña en un centro en el que el 100% de sus alumnos son estudiantes de inglés -pero hablan múltiples lenguas, lo cual hace de su trabajo un proyecto más complejo- y el 95% se identifican como personas con bajos recursos.
La jamaiquina aseguró que el factor en el que más debe trabajar la educación es en la desigualdad. “Esto lo creo porque la mayoría de los sistemas tienen esta idea establecida. Tenemos que encontrar la manera de borrar estas barreras para que todos los alumnos puedan tener acceso a su futuro”, enfatizó.
Asimismo, consideró que también la pandemia significó un cambio importante cuyos resultados se vieron reflejados en las aulas. “La educación está en crisis, especialmente después de la pandemia. Quedaron realmente expuestas todas las cosas que no hicimos, muchas que pudimos hacer y qué tan atrasados estamos”, aseveró Thorpe, calificada como “la mejor maestra del mundo”, galardonada con medalla a la excelencia en Maryland por su labor de influencia en las políticas equitativas en materia de educación.
Thorpe destaca que, poco a poco, los sistemas educativos de todo el mundo están buscando reajustarse a la pospandemia. “Además, pienso que muchas personas del sistema de educación, incluyendo a los Gobiernos, han reconocido un montón de estas cosas que se han perdido y lentamente encontraron maneras de volver a integrarlas en el sistema”, expuso.
En esta misma línea, Luis Sebastián Franchi, licenciado en Dirección y Gestión Educativa, actualmente director de Gestión Educativa de la Secretaría de Educación en Córdoba, planteó tres puntos esenciales. “En este encuentro hubo tres objetivos: celebrar el encuentro después de dos años de pandemia, proponer a la educación municipal un programa de innovación en la educación inicial y primaria; y proyectar infancias en condiciones para la vida, como por ejemplo con la ampliación de los horizontes culturales a través de la incorporación de las artes”.
Además, consideró: “el desafío más grande a nivel educativo está estrictamente vinculado a poder formar niños, jóvenes y adolescentes para el mundo que habitamos. Los sistemas educativos van a ser exitosos en tanto y en cuanto respondan a los desafíos que el mundo nos plantea. Los chicos tienen que terminar su obligatoriedad (por sus estudios) con herramientas para habitar y transformar el mundo; un mundo que es global, donde la tecnología nos habita y nos habilita a nuevas posibilidades, donde las herramientas para el emprendedurismo y la sustentabilidad son claves para cuidar el planeta, habitarlo, transformarlo y vivir felices en él”. (Producción periodística: Bárbara Nieva).