La capital de China ordenó la vacunación obligatoria contra el covid-19 para las personas que quieran ingresar a ciertos lugares públicos, como bibliotecas, cines y gimnasios, la primera medida de este tipo en Beijing que se entremezcló con una leve relajación de las restricciones de viajes nacionales.
A partir del 11 de julio, las personas que deseen ingresar a los espacios públicos deberán vacunarse, a menos que tengan condiciones de salud frágiles, dijo un funcionario de la ciudad. Los restaurantes y el transporte público están eximidos de esta norma.
China en su conjunto ya ha exigido la vacunación a los empleados de mayor riesgo, como los que trabajan en el sector del transporte público y la industria de las cadenas de frío, aunque se abstuvo de imponer obligaciones generalizadas y ha resaltado que la inmunización es voluntaria.
La ciudad de Beijing había vacunado por completo al 97,7% de su población adulta hasta septiembre. Ahora está instando a los residentes a recibir vacunas de refuerzo y tratando de persuadir a los ancianos, un grupo con tasas de inmunización más bajas que los adultos más jóvenes.
Al 17 de abril, el 80,6% de las personas de 60 años o más en Pekín habían recibido su primera dosis.
Las personas mayores que visitan ciertos lugares que ofrecen actividades específicas deben vacunarse lo antes posible, dijo Li Ang, funcionario de salud de la ciudad.
Pekín aún tiene que especificar los detalles del nuevo mandato, como si solo requerirá una dosis inicial o una vacunación completa o incluso un refuerzo, y si reconocerá vacunas extranjeras como las de Pfizer y Moderna, que aún no están aprobadas en China.
La capital reportó hoy tres nuevos casos locales de covid, todos los cuales ya estaban aislados para observación médica, luego de un total de nueve infecciones a principios de este mes.