El primer ministro británico, Boris Johnson, prometió este miércoles "seguir adelante" con su Gobierno a pesar de los llamados a renunciar tras una ola de dimisiones en el Ejecutivo por una serie de escándalos.
"La tarea de un primer ministro en circunstancias difíciles, cuando se ha recibido un mandato colosal, es seguir adelante, y eso es lo que voy a hacer", dijo el premier conservador ante el Parlamento.
La permanencia de Johnson en el poder quedó en peligro luego de que este martes renunciaran los ministros de Finanzas, Rishi Sunak, y de Salud, Sajid Javid, debido a su manejo de escándalos éticos, incluyendo el de un funcionario acusado de inconducta sexual.
Johnson reemplazó rápidamente a los dos ministros, pero luego dimitieron 14 secretarios de Estado, todos ellos también diputados, en una señal del decreciente apoyo al jefe de Gobierno dentro de su Partido Conservador.
El éxodo constituye la mayor crisis de liderazgo de Johnson desde su llegada al poder, en julio de 2019.
Las renuncias de Sunak y Javid se produjeron después de que el líder conservador se disculpara por nombrar a Chris Pincher para un puesto en el Gobierno, pese a las denuncias de conducta inapropiada contra el parlamentario.
Pincher, que fue suspendido del Partido Conservador, fue acusado de "manosear a dos hombres", al parecer cuando estaba bajo los efectos del alcohol en un club privado de Londres.
Johnson sobrevivió a una votación en el Parlamento sobre su continuidad en el cargo, o moción de censura, el mes pasado, y bajo las reglas actuales de procedimiento, no puede ocurrir otra votación de ese tipo hasta dentro de 12 meses.
Sin embargo, los parlamentarios aún podrían considerar opciones para tratar de cambiar las reglas para celebrar otra votación para destituir a Johnson.
Según los principales medios británicos, se espera una votación la próxima semana para reelegir a los miembros de una comisión que elabora las reglas sobre las mociones de censura.