La cena del lunes fue manejada con un hermetismo absoluto. De hecho, varios de los que consultaron al Presidente, Alberto Fernández, en esa jornada se encontraron con respuestas esquivas sobre la posibilidad de verse con Cristina Fernández. El encuentro fue largo e incluyó sobremesa. Era la primera vez que tenían un mano a mano -este año se cruzaron para la apertura de sesiones en el Congreso y para el acto de los 100 años de YPF- desde diciembre de 2021, cuando se juntaron a cenar con Lula Da Silva.
Los detalles del encuentro también fueron mantenidos en resguardo por ambas partes. Incluso, allegados íntimos al entorno del mandatario y de la vice preguntaban ayer si alguien sabía que había pasado en esa comida. Desde fuentes del albertismo precisaron que “fue mucho mejor que la llamada del domingo -cuando se evaluaba el nombre del sucesor de Martín Guzmán-, y quedó más acomodada la relación; esperemos que sigan así”, remarcó. Lo más probable, sin embargo, es que hayan nuevos capítulos en esta novela entre el Presidente y su Vice, agregan.
Alberto y Cristina habían hablado por teléfono el domingo, en la previa al anuncio de Silvina Batakis como reemplazo del ex ministro Guzmán. Luego, la visita de ella tuvo lugar en la residencia oficial, en Olivos. Los temas que abordaron durante casi dos horas no trascendieron desde las fuentes oficiales, pero dieron a entender que a pesar de las diferencias avanzaron en el diálogo y en los objetivos comunes.
Sin embargo, medios de prensa como Infobae.com, aseguraron que la pareja presidencial se volvió a encontrar luego de un mes y la reunión no sirvió para limar asperezas y las diferencias sobre el rumbo del país en materia económica. Subrayan que estos temas volvieron a ser los motivos en discordia.
Puntualmente, se acentúa que hubo mucha tensión y diferentes miradas sobre la situación económica del país y la salida de la crisis. Cristina -dicen- insiste con que debe ser expansiva sin importar las metas con el FMI; mientras que Alberto sostiene que el gasto mueve la economía pero que Argentina debe respetar el pacto con el Fondo.