Los primeros días de Silvina Batakis a cargo del Ministerio de Economía de la Nación comenzaron con una gran incertidumbre en los ciudadanos de la provincia, tanto comerciantes como compradores, que no saben cómo reaccionar ante la situación actual. En este contexto LA GACETA recorrió las calles de la capital para captar el clima que se vive en la sociedad.
“Está muy difícil todo”, fue la frase que más se repitió. El repentino aumento del dólar blue, que llegó a venderse a $ 280 (ayer cerró en $ 252), encendió las alarmas en las zonas comerciales y los vendedores se vieron obligados a tomar decisiones.
En este sentido hay locales que ya empezaron a remarcar sus precios; otros aún no lo hicieron, pero ya recibieron una nueva lista de precios, y los deberán actualizar en los próximos días. También hubo quienes prefirieron la cautela y todavía esperan a ver cómo se mueve la economía antes de salir a comprar o modificar sus precios. Los casos más preocupantes se registraron en aquellos proveedores que directamente suspendieron sus ventas hasta encontrar mayor estabilidad en el mercado cambiario.
Pablo Vallejos camina con su hija por una galería céntrica. Ella tiene una bolsa con ropas en cada mano, recién compradas. Pablo advierte que los precios no aumentaron, pero sí el interés en la financiación: “antes podía comprar con tarjeta sin interés, ahora de entrada hay mucho interés en cada compra”. “Ya pasó esto, ya sabemos que ahora estamos todos angustiados y después se nos pasa la angustia a los argentinos. No es la primera vez que lo vemos”, agrega, cuestionando cierta pasividad ante las crisis.
Belén Gloss, dueña de una joyería, está preocupada. En su local todavía no aumentaron los precios, pero sabe que tendrá que hacerlo en menos de una semana porque sus proveedores sí lo hicieron. “Nos manejamos en dólares así que sí o sí sube todo acá. Y aunque no aumente el oficial, nos afecta el ‘dólar liqui’ que sí subió”.
Carolina Flores dice que los precios sí aumentaron. Carolina es de Trancas y viene una vez al mes a la capital. Se acaba de comprar un par de botas y una bandera de Argentina que colgará en su casa el 9 de julio. Es ama de casa y estudia en el secundario para adultos, por lo que cobra un plan social que usa para vivir día a día.
“Se ha ido todo por las nubes, no sé cómo va a salir el país, para mí esto va cada vez peor”, se queja, y agrega: “pude comprar esto ahora pero está carísimo. A la bandera la compré en la calle y por suerte ‘me hicieron precio’”.
El valor de la ropa para niños que vende Andrea Guzmán está un 25% más cara que hace dos días. Saca cuentas para reponer stock y se da cuenta de que necesita remarcar los precios. “Todos los que entraron hoy piden que les haga descuentos”, dice.
Silvia Monasterio entra al súper, va directo a buscar el café al coñac que le gusta para meterlo en el carrito hasta que ve el precio: “hace un par de semanas lo compré a $ 500 y hoy está a $ 999. Tengo que llevar otra marca”. Teme lo que le espera en el resto de las góndolas. “Estoy llevando marcas alternativas porque es todo caro”, insiste. Su pareja, Ricardo Jiménez, es más optimista. Espera que el precio del dólar no suba e incluso se ilusiona con que baje. “Recién ahora está en el valor en el que debía estar hace unos meses, por eso no creo que siga subiendo. Veremos qué hace la ministra; hay que darles oportunidades a las mujeres”, afirma.
Suspenden ventas
El titular de la Cámara de Supermercadistas y Autoservicios de Tucumán (Casat), Guillermo Saccomani, cuenta que le suspendieron las ventas. No hay listas nuevas porque no hay ventas nuevas. En los supermercados -advierte- se van a registrar incrementos entre el 12% y el 15%. “Ahora no puedo comprar. Estamos esperando a ver qué va sucediendo cada día”, dice. “Quiero creer que entre jueves o viernes de esta semana, a más tardar el lunes, tendremos la nueva lista”, añade, aunque descarta desabastecimiento.
“Hay cierta especulación en cómo se mueven los mercados y están analizando si (el dólar) sigue para arriba o se estabiliza. De acuerdo a eso vamos a tomar las decisiones pertinentes. Sí puedo decir que hay una incertidumbre total en estos momentos”, concluyó.
Eduardo Méndez tiene una ferretería en la que vende casi cualquier cosa relacionada con la construcción. En su local, entre ayer y el lunes, ya debió remarcar los precios de todos sus productos, excepto los importados. “Los productos de importación directa se hacen al dólar oficial más el 5%. Como el oficial no cambió entonces esos productos no variaron nada”.
“Otras empresas, casi todas, han suspendido sus ventas. Las suspenden porque no tienen precio. Esos proveedores especulan y se aprovechan de la situación porque no son productos importados, pero ven que el ‘blue’ sube; entonces, por las dudas, ellos también. A lo que me venden esos proveedores lo tuve que remarcar”, explica.